ANTES DEICIDAS, AHORA GENOCIDAS.

Por L. Conde

Durante 2000 años fuimos deicidas, ahora nos llaman genocidas.

Flaco favor nos hizo el anterior Papa, Juan Pablo II, cuando reconoció que eso de “pueblo deicida” había sido un “error” que duró 2000 años con los resultados que todos sabemos. Pero ya nos habíamos acostumbrado y qué quieren, hasta daba cierto caché ser el único pueblo capaz de matar a un dios. Me temo que durante estos XX siglos sólo hemos tenido como apoyo a los ateos.

Si para seguir justificando lo de “deicida” se recurrió durante toda la historia a bulos, leyendas y rumores que a la luz de este siglo parecen imposibles de creer; ahora, ya libres de ese “estigma”, tenemos que cargar con otro, el de “genocidas”. Es un “agiornamento” a los tiempos que corren. Y la verdad es que les felicito, lo están haciendo igual de bien que en la Edad Media, señores, ya somos oficialmente genocidas, nazis y no sé cuantas cosas más, ah, sí, tenemos un Lobby todopoderoso en USA y dominamos el mundo con armas secretas. Así que si nos bombardean lo tenemos bien merecido, si nos defendemos de terroristas es que somos unos canallas porque un terrosista mata como mucho a los 20 putos judíos que van en el autobús y el Tzahal entra con tanques y mata a 100 pobres terroristas de Hamas mientras estaban cenando tranquilamente falafel con sus mujeres e hijos sentados sobre cajas de granadas (de las que explotan, no de fruta). Cuidadito con la proporción.

Lo que es desproporcionado en este país de buenos de baba, es el papanatismo insoportable. Siempre se dijo que los tontos eran peligrosos, pero los que se creen buenos porque lloran selectivamente ante una imagen sangrienta sin pararse a pensar donde está el truco, lo son mucho más.

De nada vale argumentar porque no quieren escuchar. Es más, si argumentas se ofenden y piensan que los estás tomando por tontos porque ellos conocen como nadie los entresijos del conflicto árabe-israelí, aunque no sepan por donde cae Sderot. A cada noticia que se da desde un organismo oficial israelí, desde foros de personas que viven en Israel y que dan datos y cifras, cada una de esas noticias se contrarresta con la misma monserga y ya está, así de fácil y lo curioso es que funciona. Miren el comentario, por supuesto anónimo, tan bonito que me dejaron en la entrada donde publicaba un comunicado de la Embajada de Israel. http://judiosenelnortedesefarad.blogspot.com/2009/01/embajada-de-israel-escuela-de-la-onu.html Y se quedó todo contento. Hala, ya apoyé a mis palestinos del alma con esta memez. Así cualquiera. Es muy de aquí apoyar en la distancia, queda bonito y no cuesta nada. O sí. Sí que cuesta. Hubo unos trenes que saltaron por los aires en Madrid. ¿Alguien recuerda si hubo manifestaciones contra el terrosismo islamista en esta tierra nuestra? ¿Salió Forges a arengar a manifestarse como lo hizo en El País este domingo?. Y eso que eran NUESTROS muertos, en NUESTRA tierra. No, por favor, seamos proporcionados. Si ellos nos ponen una bomba, nosotros dialogamos y les decimos “no seáis malos y prometed que no lo haréis más”. Pero qué desprotegidos estamos los españoles con estos políticos de alianzas!.

Viñeta de FORGES en EL PAIS de ayer domingo, 11 enero 2009, pag. 31

La culpa del antisemitismo la tenemos los judíos como la culpa del racismo la tienen los negros. A este simplismo se ha llegado. Y así estamos. Y en esto llegó Zapatero y dijo lo que dijo. Y dijo algo así como que “pueden ustedes bombardearnos cuando quieran que nosotros vamos a ser proporcionados y como castigo les pagaremos unos ejercicios espirituales a cargo de Monseñor Rouco Varela”, que somos un país oficialmente laico pero respetuoso con la Santa Iglesia Católica que tanto y tanto patrimonio tiene, que tanto turismo trae, que tantos colegios tiene para educar a nuestros niños en un mundo de Snoopy, y que tanto ruido mete y es que ahora no nos conviene nada con el paro que tenemos y esta crisis que a ver cómo la disimulamos y qué nos inventamos para desviar la atención. Hostia! (con perdón) Los Judíos!!. Ya está.

Pasen y vean. Nadie va a admitir que es antisemita y mucho menos uno de izquierdas que fue la “vanguardia del proletariado” ahora que los proletarios son los de las pateras y los aborígenes españoles subieron de escalafón. Les voy a referir un intento de conversación abortado en sus inicios con un señor de izquierdas, pero se lo voy a contar en plan parábola..

La cosa es así: Imagínense que están de viaje por Austria, por ejemplo, y un austriaco les habla de lo horrible que es Santiago de Compostela, donde nunca estuvo pero que lee y ve la tele y hace sus cuentas y deduce que la política municipal, que la sociedad, que patatín patatán, que es un lugar que debería ser borrado del mapa porque no respeta los más elementales derechos humanos como "todo el mundo sabe". Y ustedes que son naturales y vecinos de Santiago de toda la vida,le dicen al austriaco que qué está diciendo si nunca estuvo allí, y que de eso nada de nada, que qué tele ve y qué periódicos lee. El austriaco que cree que el mundo entero es como su Austria, se mosquea y piensa que ya están estos santiagueses intentando manipularme, pero a mí no me las dan con queso, genocidas de mierda.

Pues fue así pero entre un gallego que nunca visitó Israel ni ningún país limítrofe y un israelí del mismito Tel-Aviv y que, judíomalo, le estaba intentando lavar el cerebro con esas armas secretas que tienen allá. La hasbará se interrumpió abruptamente por el siguiente comentario:

"No soporto que la gente sea descortés con los camareros", dijo el gallego. Pero yo tengo que soportar que llames a mi pueblo genocida, pensó el israelí. Pero quedó en silencio porque no quería responder con su desproporcionada y solitaria fuerza.

No se molesten en dar información veraz, no vale de nada. Si se creyeron que matamos algo tan intangible como los dioses, que ya hay que ser imbécil, porqué no se van a creer estas actuales patrañas. Cambiemos de estrategia. Aunque, la verdad, en este momento no se me ocurre ninguna. Y a ustedes?.

Shalom.

Firmado: L. Conde.

Antigua deicida, reconvertida en genocida.