sábado, 19 de diciembre de 2009

EL FUTURO ESTADO ÁRABE-PALESTINO. PROFECÍA O PREDICCIÓN.

Por Jaime Einstein

La región del mundo en la que habito, el denominado “Oriente Medio”, ha sido cuna de las tres grandes religiones monoteístas del planeta: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. Cada una de estas tres tradiciones reconoce la importancia del legado profético en su desarrollo. Los profetas eran predicadores, maestros, visionarios, deres revolucionarios y disidentes. La fuerza de su prédica se derivaba de su íntima conexión con la Divinidad, la cual les daba una visión clara… y a veces aterradora… de la realidad del cosmos.

Yo, de profeta, no tengo un pelo. Para empezar, soy cubano… y Cuba ha producido muchas especies de personas, algunas buenas, otras tóxicas, pero profetas… no. Lo único que tengo en común con esas excelsas figuras del pasado espiritual de nuestras civilizaciones es habitar en el mismo espacio geográfico y compartir una honda preocupación sobre nuestro presente, y sobre todo por el futuro. Es por ello que aclaro que las predicciones que son objeto de este pequeño escrito son fruto del análisis de las realidades histórico-sociales de esta atormentada y fascinante región, y no de una visión mística de la misma.

¿Se llegará a establecer un estado árabe palestino en una porción del territorio denominado “Erets Israel” (“Tierra de Israel”) por los judíos, “Palestina” por los árabes y “Tierra Santa” por los cristianos? La respuesta es bastante obvia… de hecho, ya existen dos entidades políticas que pueden ser consideradas “estados árabe-palestinos”: la teocracia de Hamás en la franja de Gaza y la “Autoridad Palestina”, dominada por el movimiento Al Fatah. Es de suponer que en algún momento estas dos entidades llegarán a un “entendimiento”, interino y puntual (como la casi totalidad de “entendimientos” en el mundo árabe), que permitirá el establecimiento de un “Estado Palestino” reconocido por la mayoría de los países de la mal-llamada “Comunidad Internacional”.

La creación de dicho estado es prácticamente un hecho consumado, por razones intrínsecas y extrínsecas.

Veamos primeramente las “razones extrínsecas”:

1. Con, o sin, bases objetivas, una gran parte de las clases políticas en este planeta, consideran que existe un “pueblo palestino”, y que dicho pueblo amerita un estado propio, basado en su derecho de autodeterminación… ya existe algo parecido a un consenso mundial sobre este tema;

2. Muchos dirigentes a nivel internacional parecen tener la peregrina idea de que el problema del Oriente Medio está anclado en el conflicto árabe-israelí, y que el establecimiento de un estado árabe-palestino es una condición sine-qua-non para afianzar una paz duradera en esta volátil parte del globo;

3. La Unión Europea, diversos gobiernos en todas partes del mundo desarrollado, el “Mundo Árabe” y la “Umma Islámica”, en sus múltiples y siempre conflictivas facciones, mas algunas organizaciones internacionales, más o menos inútiles o nocivas, como las Naciones Unidas, han invertido miles de millones de euros y dólares, además de folios interminables de “resoluciones” y palabrería, en establecer las bases de dicho estado en ciernes. En este punto, vale la pena mencionar que la absoluta ineficacia práctica, y la malversación escandalosa de estos generosos y manirrotos fondos, por parte de las autoridades árabe-palestinas, no parecen afectar mínimamente, a la voluntad internacional de continuar con este notorio derroche.

4. La opinión pública israelí está sumamente dividida sobre este tema, como lo está sobre cualquier tópico que es debatido entre judíos. Existe una minoría importante, tanto por la profundidad de sus convicciones, como por su militancia, que es contraria a cualquier arreglo que implique retirar la soberanía hebrea sobre el más mínimo trozo de tierra comprendido dentro de la definición bíblica de la “Tierra Prometida”. Pero, en contrapeso a este importante grupo de creyentes ortodoxos, y nacionalistas, existe algo parecido a un consenso nacional de que la preservación de Israel como estado democrático requerirá una importante retirada de algunos de “los Territorios” (no hay consenso sobre qué territorios terminarán dentro del Estado de Israel, y cuáles dentro del nuevo “Estado Palestino”). Una mayoría amorfa de la ciudadanía israelí, rechaza la idea de continuar gobernando indefinidamente a un colectivo humano de varios millones de personas en contra de su voluntad. La vasta mayoría de los israelíes desean vivir en paz con sus vecinos… esto no significa que confíen en ellos, o que les agraden los habitantes del vecindario.

La base intrínseca del futuro de “Palestina” está guardada en un recóndito armario. El debate internacional sobre el nacimiento de este estado, se destaca por mucha retórica superficial, y la casi total ausencia de un análisis serio de las complejísimas realidades del conflicto.

¿Cuáles son las bases reales del futuro estado árabe palestino?

Para comenzar, tratemos de comprender algo de la historia del pueblo árabe… No se trata de un grupo étnico monolítico ni uniforme… Los “árabes” de hoy día constituyen un inmenso mosaico de pueblos que se extienden desde la Mesopotamia hasta la costa Atlántica del Magreb… ya que la definición de quién es un árabe es primordialmente lingüística y cultural, no hay unanimidad en cuanto a una clara determinación de quién es árabe, y quién no (por ejemplo: ¿son árabes los somalíes o los eritreos que usan vernáculos propios?; ¿son árabes los sudaneses del sur… cristianos, bantúes o hamitas en su mayoría?, ¿son árabes los libaneses cristianos maronitas?, ¿son árabes los bereberes de Marruecos, Argelia o Mauritania?).

El “Mundo Árabe” de hoy día es el producto de uno de los experimentos imperialess exitosos de la humanidad. Las diversas tribus y clanes de la península arábiga irrumpieron en la historia universal con la aparición de uno de los líderes más transcendentales que ha tenido este planeta, Muhammad o Mahoma (Siglo VII de la Era Común). Mahoma, los árabes y el Islam entran por el portón principal del desarrollo humano justo en un momento de decadencia casi total de la Europa occidental barbarizada, y el mutuo desgaste de los imperios bizantino y persa. El Islam, con su fórmula de simplicidad teológica y energía militar expansiva, barre con el Imperio Persa… y termina destruyendo a Bizancio de manos de los turcos islamizados.

Aunque hoy día sea difícil imaginarlo… todo el Levante y el norte de África eran preponderantemente cristianos, hasta la llegada del torbellino que salió de la península arábiga. La inmensa diversidad que eran el Levante y el sur del Mediterráneo hasta el Siglo VIII, quedó totalmente sumergida por un tsunami verde… los centenares de idiomas, religiones y culturas autóctonas fueron aniquiladas, o colocadas en situación de clara inferioridad.

La nueva cultura que surgió de este proceso de islamización y arabización se diferencia de la cultura occidental judeo-cristiana en diversos aspectos muy significativos. Una de las divergencias principales, para efectos de este ensayo, fue la falta del concepto laico de “estado” o de nación-estado” que sirvió de base para el desarrollo político del mundo occidental (recordemos la importancia de la dicotomía “César, o estado vs Iglesia” en el Occidente). En el mundo islámico lo que siempre ha contado es la “Umma”… la comunidad de los creyentes, bajo el liderazgo del Califa, el “comandante de los creyentes”, heredero del manto y de la autoridad de Mahoma. Religión (creyentes) y Estado son vistos, no como la dicotomía que han sido en Occidente, sino como una unidad monolítica e indisoluble.

Por ello, en la teoría del Islam, no importaba si la capital de la Umma estuviera en Medina, Damasco o Bagdad… ya que el Islam se ha entendido a sí mismo como un ente supra-nacional. Tanto es así, que la vasta mayoría de los creyentes árabes aceptaron la legitimidad de los califas turco-otomanos, cuando el califato pasó de Bagdad a Estambul. En este sentido, era más importante la legitimidad del califato que la “nacionalidad” del califa.

Es precisamente el concepto de “legitimidad” del califato el que ha servido de base para los principales conflictos internos en el Islam. Y, estos conflictos se han reflejado en guerras civiles terribles y sanguinarias, que básicamente tienen su base en problemas entre familias, clanes o tribus (no olvidemos que, hasta el día de hoy, todas las sociedades árabes o arabizadas en el mundo islámico están divididas en importantísimos grupos tribales).

El gran cisma entre el Islam suní y el shiita, está basado en la problemática de la legitimidad de la sucesión de un profeta que murió sin haber dejado descendientes masculinos (si Mahoma hubiera tenido un hijo, es posible que la diferencia entre suníes y shiitas no hubiera surgido… o al menos no en su presente forma). Esta tendencia, sin embargo, de que todos los grandes conflictos en el mundo árabe tengan, como base (cubierta o no) a conflictos familiares o tribales, se extiende hasta nuestros días.

Hasta la llegada de la Primera Guerra Mundial, la mayor parte del mundo árabe aceptaba la supremacía del califa otomano. Las principales revueltas contra el imperio “turco” (en teoría, islámico, supra-nacional), vinieron de parte de sus súbditos cristianos: griegos, serbios, rumanos, búlgaros y armenios. Las masas árabes, casi sin excepción, aceptaban el gobierno de la “Sublime Puerta” en Estambul con sumisión y mansedumbre. Los conceptos de “la nación árabe”, o del “nacionalismo árabe” eran teorías foráneas, que sólo existían entre ínfimos grupúsculos de intelectuales en Damasco o El Cairo. Los “nacionalismos” más pequeños… a nivel de lo que hoy día son los estados de Siria, Jordania, Irak, o la mismísima Arabia “Saudita”, no existían.

La “Gran Revuelta Árabe” contra el Imperio Otomano fue un movimiento muy minoritario dentro de las fronteras imperiales. Su “grandeza” verdadera se sitúa mucho más en su nombre que en su limitada realidad. Aquellos de nosotros que vimos y admiramos el espectáculo de la película “Lawrence of Arabia” tenemos que reajustar nuestro entendimiento de este movimiento que sirvió de rampa de lanzamiento para los nacionalismos árabes de los siglos XX y XXI. La revuelta fue liderada por el Sharif Hussein de la familia Hashemita (“Protectores de La Meca”), y su intención era la de reemplazar el califato otomano, por la restauración del liderazgo del mundo musulmán en manos de una familia árabe, con tradición de ser descendientes directos de Mahoma.

Fuera del entorno de la familia Hashemita y de sus tribus aliadas, la revuelta tuvo pocas repercusiones en el mundo árabe. Los numerosos regimientos árabes del ejército otomano mantuvieron su lealtad a Estambul. Los habitantes árabes de lo que pasó a ser la “Palestina” británica fueron fieles a los otomanos hasta la caída del territorio “palestino” en manos británicas.

Las complejas realidades políticas del Oriente Medio de hoy, tienen sus raíces en el fin de la Primera Guerra Mundial, la caída del imperio Otomano y las decisiones tomadas por los imperios británico y francés a partir de 1918. Inglaterra y Francia se dividieron los pedazos árabes del desmoronado imperio turco, y crearon los proto-estados que hoy día son Irak, Siria, y el Líbano. La familia Hashemita perdió el control del Hedyaz (Meca y Medina) a manos de su eterna familia rival, los Saud (una vez más, una lucha de familias). Estos últimos establecieron lo que hoy día se denomina “Arabia Saudita”. Esta identificación del estado con una familia reinante sería insólita en el mundo occidental. Imaginemos que, a raíz de la restauración monárquica en 1874, España pasase a conocerse como “Borbonia”.

El caso de Israel-Palestina es capítulo aparte. Los británicos prometieron crear un “Hogar Nacional Judío” en “Palestina” a cambio de obtener el apoyo judío en la Primera Guerra Mundial. Esta “Palestina” británica incluía los territorios que hoy día son Israel, Jordania y los territorios palestinos. Con el exilio de la familia Hashemita de su cuna en Hedyaz, los ingleses se sintieron en la obligación de encontrar dignos empleos a los herederos de sus aliados árabes en la Gran Guerra. Por ello un Hashemita fue coronado rey de Irak (poniendo a una dinastía suní a cargo de un país predominantemente shíita), y dos terceras partes del territorio “palestino” fueron segregados, y la porción al este del Jordán se convirtió en el novísimo emirato de “Transjordania”… hoy Jordania, con otro heredero Hashemita en el trono.

Nunca había existido un estado árabe palestino, con capital en Jerusalem, ni un estado árabe jordano, con capital en Amán… pero la creatividad británica nunca ha tenido límites en lo que de crear imperios se trata.

La coexistencia árabe/judía en la Palestina británica fue bastante problemática desde el comienzo del mandato inglés. Desde el punto de vista de los habitantes árabes del territorio, su futuro liderazgo, y hasta su propia identidad, se decidirían en típico estilo árabe, en una pugna inmisericorde entre tres importantes familias:

1. La familia Hashemita. Abdula, el Hashemita que heredó Transjordania, aunque pequeño en estatura, era grande en inteligencia y ambición. La polvorienta y paupérrima ciudad de Amán era demasiado chica para sus visiones de grandeza. Abdula soñaba con el establecimiento de un trono para su familia en Damasco, capital del califato Omeya Desde ese trono, Abdula gobernaría a todo el Levante… lo que hoy son Siria, Líbano, Israel y Jordania. En cuanto a “Transjordania”, él sabía mejor que nadie, que una creación tan artificial podría tener un futuro efímero e incierto. ¿Los judíos?, pues ellos podrían tener un limitado nivel de autonomía bajo su corona, una especie de semi-independencia “dimí” bajo el cetro Hashemita. Este concepto no era del todo antipático a Londres, ya que este supra-estado Hashemita podría sacar a los antipáticos franceses de Siria y el Líbano, y resolver el fastidioso lío del conflicto entre la Declaración Balfour (el “Hogar Nacional Judío”), y las vagas y conflictivas promesas hechas por Londres a la familia Hashemita… Más importante aún, Abdula era un fiel aliado de Gran Bretaña, y su ejército, la Legión Árabe, funcionaba con oficialidad británica.

2. La familia Nashashibi. Hoy día esta prominente familia árabe palestina está casi olvidada, pero en su momento los Nashashibis eran pujantes candidatos para el liderazgo de la comunidad islámica en este territorio. Ellos eran los “guardianes” de las mezquitas de Al Aqsa en Jerusalem (posiblemente la tercera en importancia en el Islam) y la de Ibrahimiya (tumba de los Patriarcas) en Hebrón. Raguib al Nashashabi fue alcalde de Jerusalem de 1920 a 1934. Los Nashashibis eran una de las pocas familias prominentes en lo que pasó a ser la Palestina Británica, que habían luchado contra el dominio otomano. En cuanto al gobierno inglés sobre el territorio, la posición de esta influyente familia era de oposición relativamente moderada. Ellos llegaron a estar a favor de una partición pacífica de “Palestina” entre una entidad árabe, controlada por los Nashashibis, desde luego, y una entidad judía… lo menor posible. Si los Nashashibis hubieran sido victoriosos en la lucha por el control de la población árabe en la Palestina Británica, es posible que el presente conflicto árabe-israelí se hubiera evitado, o al menos su virulencia actual se podría haber aminorado. Por desdicha, para esta familia… y posiblemente para los árabes en el Mandato Británico, los Nashashibis tenían, como su principal rival, a la familia Husseini.

3. Los Husseini. Esta es la familia árabe palestina que ha marcado la pauta en los conflictos inter-étnicos e intra-árabes en la región. Su principal figura durante el dominio británico fue Haj Amin al Husseini, el muftí (maestro, o juez religioso islámico) de Jerusalem. Amín al Husseini se distinguió por la virulencia ilimitada de su odio contra sus vecinos judíos. Él fue el principal incitador de los violentos motines de 1929 y del 1936-39. Estos motines resultaron en centenares de muertes, y envenenaron irremediablemente las relaciones entre ambas comunidades. El gobierno británico trató de ganarse la simpatía de Amin, ofreciéndole el título inventado de “Gran Mufti” de Jerusalem. Amin utilizó este título, y el prestigio que conllevaba, para recrudecer sus actividades a favor de su liderazgo indiscutible de la población árabe en Palestina. Sus seguidores emprendieron una lucha encarnizada y exitosa contra todos los clanes rivales de los Husseini (asesinando a Nashashibis y a miembros de 11 otras familias). Durante la Segunda Guerra Mundial, Amin al Husseini se reunió con Hitler, y ayudó a formar unidades de tropas de árabes y bosnios nazis, que cometieron todo tipo de atrocidades en Europa. Su posición de intransigencia ante cualquier idea contraria a la supremacía de su familia lo hizo enemigo de muerte de judíos, británicos, Hashemitas y Nashashibis. Los Husseinis, y Amin marcó esta ruta, eran contrarios a cualquier partición del territorio con los judíos… TODO O NADA… Esto marcó la política árabe palestina hasta nuestros días. Cuando, gracias a su intransigencia, la Liga Árabe rehusó el plan de partición de Palestina entre un estado árabe y uno judío en 1947, uno de sus sobrinos: Abd el Kader al Husseini, fue el principal líder militar del lado palestino árabe en la guerra de 1948. Abd el Kader, fue el único líder militar palestino árabe con talento y valor personal en esta guerra. Inesperadamente, él murió en el ataque a la posición de la Haganá en Kastel. Otro sobrino de Amin al Husseini es mejor conocido por su “nombre de guerra” de Yasser Arafat. El clan Husseini escribió con sangre la historia del pueblo árabe palestino… sus pautas de intransigencia y de odio continúan sirviendo de norte a este pueblo tan querido y admirado por la “progresía” mundial.

¿Qué herencia han dejado los Husseinis a los árabes palestinos, y qué se puede esperar de su estado independiente?

a) La identidad “palestina” tiene una sustancia propia muy efímera, fuera del odio visceral a los judíos, que son vistos como intrusos en una tierra que nada tiene que ver con ellos. Esta visión revisionista de la historia de Israel proviene directamente de la febril mente de Amin al Husseini. Ya que nunca ha existido una nación árabe palestina, su identidad étnica data de las décadas que han corrido desde la Guerra de los seis Días en 1967 (los “palestinos” que quedaron en territorio Hashemita después de la “Nakba” de 1948, aceptaron de buen grado la ciudadanía del Reino Hashemita del Jordán. Los de Gaza nunca tuvieron la opción de asumir la ciudadanía egipcia. Los refugiados en Siria y Líbano tampoco recibieron la ciudadanía de sus anfitriones). En otras… y tristes… palabras, la única sustancia en la “palestinidad” es una de odio.

b) El diseño de la bandera palestina proviene de un soldado británico en el grupo de apoyo de Lawrence of Arabia, quien lo inventó como símbolo de la revuelta Hashemita contra los turcos (de ahí la similitud entre la bandera jordana, la del viejo reino Hashemita de Irak, y la de Palestina hoy día.

c) La letra del himno palestino, adoptado por el Concejo Nacional Palestino en 1996, nos da una indicación sobre la sustancia de la nacionalidad palestina forjada en el espíritu del clan Husseini:

Mi patria, mi patria…
tierra de mis antepasados
Revolucionario, Revolucionario…
mi pueblo, pueblo eterno

Con mi determinación, mi fuego y el volcán de mi venganza
Con el anhelo de mi sangre por mi tierra y mi hogar
He escalado las montañas y Luchado las guerras; He conquistado lo imposible y cruzado las fronteras

Con la resolución de los vientos y el fuego de los fusiles
Y la voluntad de mi nación en la tierra de lucha
Palestina es mi hogar, Palestina es mi fuego,
Palestina es mi venganza…

No hay duda de que entre los árabes palestinos hay personas de un gran nivel educacional, poseedoras de envidiable cultura. La diáspora palestina ha producido algunos de los mayores talentos en el mundo árabe hoy día. Sin embargo, las personas de este tipo jamás han tenido posiciones de importancia en las jerarquías políticas de su pueblo… y no las tendrán por muchas décadas. La mentalidad terrorista está aunada a la identidad palestina.

La democracia no ha sido implantada con éxito en ningún país árabe… Los sistemas de gobierno árabes menos nocivos son regímenes autoritarios donde se tolera una limitadísima libertad de expresión. No existe ninguna base fidedigna que nos haga pensar que el futuro estado palestino vaya a ser una excepción a esta triste regla.

La corrupción es rampante en todo estado árabe. El burócrata árabe no trabaja para el bien de la comunidad, sino para el beneficio suyo y de su clan o familia. Bakshish (el soborno, puro y duro) es el lubricante de la sociedad civil árabe. La “administración” de Yasser Arafat en los territorios palestinos, fue un ejemplo tétrico de lo que se puede esperar del futuro estado.

PREDICCIONES

1. Cualquier entidad política que gobierne la futura Palestina independiente jamás admitirá un estado de paz real con Israel. Una paz verdadera entre ambos pueblos socavaría totalmente la única base real de la nueva nacionalidad.

2. El irredentismo, el deseo de “reconquistar” la Palestina gobernada por “al Yajud” (los judíos) será el leitmotiv de la política palestina.

3. El terrorismo continuará, con la aprobación tácita de las autoridades palestinas, o sin ella.

4. El gobierno palestino será autoritario y dictatorial. No importa quien gane la lucha interna por el poder… si gana Hamás, el estado será teocrático, corrupto y opresivo. Si gana Al Fatah, el estado será nominalmente más laico, pero igualmente corrupto y opresivo.

5. La minoría palestina cristiana cesará de existir. Sus remanentes saldrán al exilio.

6. Cualquier líder palestino que trabaje por un acercamiento económico o social con el estado judío será asesinado.

7. La Unión Europea continuará derrochando sus recursos para apuntalar la economía palestina.

8. La división geográfica entre Gaza y Cisjordania permitirá que siempre existan dos polos políticos irreconciliables en el futuro estado palestino. Si no es Hamás versus Al Fatah, será una división basada en clanes o familias rivales.

Este es el futuro palestino… ¡qué bueno que ya hayamos construido una valla de separación! ¡La necesitaremos por muchos años!

jueves, 17 de diciembre de 2009

CONFERENCIA DE PILAR RAHOLA EN GLOBAL FORUM FOR COMBATING ANTISEMITISM, Jerusalem 16 Dic. 2009

Para cualquier informacion adicional, la web de este importante forum es:
http://www.gfantisemitism.org/Pages/default.aspx

Lunes por la noche, en Barcelona. En el restaurante, un centenar de abogados y jueces. Se han reunido para oír mis opiniones sobre el conflicto de Oriente Medio. Saben que soy un barco heterodoxo, en el naufragio del pensamiento único que impera en mi país, sobre Israel. Quieren escucharme. Alguien razonable como yo, dicen, ¿por qué se arriesga a perder la credibilidad, defendiendo a los malos, a los culpables? Les digo que la verdad es un espejo roto, y que todos tenemos algún fragmento. Y provoco su reacción: “todos ustedes se creen expertos en política internacional, cuando hablan de Israel, pero en realidad no saben nada. ¿Se atreverían a hablar del conflicto de Ruanda, de Cachemira, de Chechenia?”. No. Son juristas, su terreno no es la geopolítica. Pero con Israel se atreven. Se atreve todo el mundo. ¿Por qué? Porqué Israel está bajo la permanente lupa mediática y su imagen distorsionada, contamina los cerebros del mundo. Y, porqué forma parte de lo políticamente correcto, porqué parece solidario, porqué sale gratis hablar contra Israel. Y así, personas cultas, cuando leen sobre Israel están dispuestas a creerse que los judíos tienen seis brazos, como en la Edad Media creían todo tipo de barbaridades. Sobre los judíos de antaño y los israelíes de hoy, todo vale.

La primera pregunta, pues, es porqué tanta gente inteligente, cuando habla sobre Israel, se vuelve idiota. El problema que tenemos quienes no demonizamos a Israel, es que no existe el debate sobre el conflicto, existe la pancarta; no nos cruzamos ideas, nos pegamos con consignas; no gozamos de informaciones serias, sufrimos periodismo de hamburguesa, fast food, lleno de prejuicios, propaganda y simplismo. El pensamiento intelectual y el periodismo internacional, ha dimitido en Israel. No existe. Es por ello que cuando se intenta ir más allá del pensamiento único, pasa a ser sospechoso, insolidario y reaccionario, y es inmediatamente segregado. ¿Por qué?

Hace años que intento responder a esta pregunta: ¿por qué? ¿Por qué de todos los conflictos del mundo, solo interesa éste? ¿Por qué se criminaliza un pequeño país, que lucha por su supervivencia? ¿Por qué triunfa la mentira y la manipulación informativa, con tanta facilidad? ¿Por qué todo, es reducido a una simple masa de imperialistas asesinos? ¿Por qué las razones de Israel nunca existen? ¿Por qué nunca existen culpas palestinas? ¿Por qué Arafat es un héroe, y Sharon un monstruo? En definitiva, ¿por qué, siendo el único país del mundo amenazado con la destrucción, es el único al que nadie considera víctima?

No creo que exista una única respuesta a estas preguntas. Al igual que es imposible explicar completamente la maldad histórica del antisemitismo,
tampoco resulta posible explicar la imbecilidad actual del antiisraelismo. Ambas beben de las fuentes de la intolerancia, la mentira y el prejuicio. Si, además, aceptamos que el antiisraelismo es la nueva forma de antisemitismo, concluimos que han cambiado las contingencias, pero se mantienen intactos los mitos más profundos, tanto del antisemitismo cristiano medieval, como del antisemitismo político moderno. Y esos mitos han desembocado en el relato sobre Israel. Por ejemplo, el judío medieval que mataba niños cristianos para beber su sangre, conecta directamente con el judío israelí que mata niños palestinos, para quedarse sus tierras. Siempre son niños inocentes y judíos oscuros. Por ejemplo, los banqueros judíos que querían dominar el mudo a través de la banca europea, según el mito de los Protocolos, conecta directamente con la idea de que los judíos de Wall Street dominan el mundo a través de la Casa Blanca. El dominio de la prensa, el dominio de las finanzas, la conspiración universal, todo aquello que configuró el odio histórico contra los judíos, desemboca hoy en el odio a los israelíes. En el subconsciente, pues, late el ADN antisemita occidental, que crea un eficaz caldo de cultivo. Pero, ¿qué late en el consciente? ¿Por qué hoy surge con tanta virulencia una renovada intolerancia, ahora centrada, no en el pueblo judío, sino en el estado judío? Desde mi punto de vista, ello tiene motivos históricos y geopolíticos, entre otros el cruento papel soviético durante décadas, los intereses árabes, el antiamericanismo europeo, la dependencia energética de Occidente y el creciente fenómeno islámico.

Pero también surge de un conjunto de derrotas que sufrimos como sociedades libres y que desemboca en un fuerte relativismo ético.

Derrota moral de la izquierda. Durante décadas, la izquierda levantó la bandera de la libertad, allí donde existía la injusticia, y fue la depositaria de las esperanzas utópicas de la sociedad. Fue la gran constructora de futuro. A pesar de que la maldad asesina del estalinismo hundió esas utopías y dejó a la izquierda como el rey desnudo, despojada de atuendos, ha conservado intacta su aureola de de lucha, y aún marca las pautas de los buenos y los malos del mundo. Incluso aquellos que nunca votarían posiciones de izquierdas, otorgan un gran prestigio a los intelectuales de izquierdas, y permiten que sean ellos los que monopolicen el concepto de solidaridad. Como han hecho siempre. Así, los luchadores contra Pinochet, eran los luchadores de la libertad, pero las víctimas de Castro, son expulsados del paraíso de los héroes, y convertidos en agentes de la CIA, o en fascistas encubiertos. Recuerdo perfectamente como, de joven, en la Universidad combativa de la España de Franco, leer a Solzhenitsyn era un anatema… Y así, el hombre que alzaba el grito desde el agujero negro del Gulag estalinista, no podía ser leído por los luchadores antifranquistas, porqué ni existían las dictaduras de izquierdas, ni las victimas que las combatían.

Esa traición histórica a la libertad, se reproduce en el momento actual, con precisión matemática. También hoy, como ayer, esa izquierda perdona ideologías totalitarias, se enamora de dictadores y, en su ofensiva contra Israel, ignora la destrucción de derechos fundamentales. Odia a los rabinos, pero se enamora de los imanes; grita contra el Tzahal, pero aplaude a los terroristas de Hamás; llora por las víctimas palestinas, pero desprecia a las víctimas judías; y cuando se conmueve por los niños palestinos, solo lo hace si puede culpar a los israelíes. Nunca denunciará la cultura del odio, o su preparación para la muerte, o la esclavitud que sufren sus madres. Y mientras alza la bandera de Palestina, quema la bandera de Israel. Hace un año, en el Congreso de AIPAC en Washington, hice las siguientes preguntas: “¿Qué patologías profundas alejan a la izquierda de su compromiso moral? ¿Por qué no vemos manifestaciones en París, o en Barcelona en contra de las dictaduras islámicas?¿Por qué no hay manifestaciones, en contra de la esclavitud de millones de mujeres musulmanas? ¿Por qué no se manifiestan en contra del uso de niños bombas, en los conflictos donde el Islam está implicado? ¿por qué la izquierda, solo está obsesionada en luchar contra dos de las democracias más sólidas del planeta, y las que han sufrido atentados más sangrantes, Estados Unidos e Israel?”… Porqué la izquierda que soñó utopías ha dejado de soñar, quebrada en el Muro de Berlín de su propio fracaso. Ya no tiene ideas, sino consignas. Ya no defiende derechos, sino prejuicios. Y el mayor prejuicio de todos es el que tiene contra Israel. Acuso, pues, de forma clara: la principal responsabilidad del nuevo odio antisemita, disfrazado de antiisraelismo, proviene de aquellos que tendrían que defender la libertad, la solidaridad y el progreso. Lejos de ello, defienden a déspotas, olvidan a sus víctimas y callan ante las ideologías medievales que quieren destruir la civilización. La traición de la izquierda es una auténtica traición a la modernidad.

Derrota del periodismo. Tenemos un mundo más informado que nunca, pero no tenemos un mundo mejor informado. Al contrario, las autopistas de la información nos conectan con cualquier punto del planeta, pero no nos conectan ni con la verdad, ni con los hechos. Los periodistas actuales no necesitan mapas, porqué tienen Google Earth, no necesitan saber historia, porqué tienen Wikipedia. Los históricos periodistas que conocían las raíces de un conflicto, aún existen, pero son una especie en vías de extinción, devorados por este periodismo de hamburguesa que ofrece noticias fast-food, a lectores que desean información fast-food. Israel es el lugar del mundo más vigilado y, sin embargo, el lugar del mundo menos comprendido. Por supuesto, también influye la presión de los grandes lobbys del petrodólar, cuya influencia en el periodismo es sutil pero profunda. Cualquier mas media sabe que si habla contra Israel, no tendrá problemas. Pero ¿qué ocurrirá si critica a un país islámico? Sin duda, entonces, se complicará la vida. No nos confundamos. Parte de la prensa que escribe contra Israel, se vería reflejada en una aguda frase de Goethe: "nadie es más esclavo que el que se tiene por libre, sin serlo". O también en otra, más cínica de Mark Twain: “Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras”.

Derrota del pensamiento crítico. A todo ello, cabe sumar el relativismo ético que define el momento actual, y que se basa, no en la negación de los valores de la civilización, sino en su banalización. ¿Qué es la modernidad? Personalmente lo explico con este pequeño relato: si me perdiera en una isla desierta, y quisiera volver a fundar una sociedad democrática, solo necesitaría tres libros: las Tablas de la Ley, que establecieron el primer código de la modernidad. “El no matarás, no robarás,…” fundó la civilizacion moderna. El código penal romano. Y la Carta de Derechos Humanos. Y con estos tres textos, volveríamos a empezar. Estos principios, que nos avalan como sociedad, son relativizados, incluso por aquellos que dicen defenderlos. “No matarás”…, depende de quien sea el objetivo…, piensan aquellos que, por ejemplo en Barcelona, se manifestaron con gritos a favor de Hamás. “Vivan los derechos humanos”…, depende de a quien se aplican, y por ello no preocupan millones de mujeres esclavas. “No mentirás”…, depende de si la información es un arma de guerra a favor de una causa. La masa crítica social se ha adelgazado y, al mismo tiempo, ha engordado el dogmatismo ideológico. En ese doble viraje, los valores fuertes de la modernidad han sido substituidos por un pensamiento débil, vulnerable a la manipulación y al maniqueísmo.

Derrota de la ONU. Y con ella, una rotunda derrota de los organismos internacionales que deben velar por los derechos humanos, y que se han convertido en muñecos rotos en manos de déspotas. La ONU solo sirve para que islamofascistas como Ahmadineyad, o demagogos peligrosos como Hugo Chávez, tengan un altavoz planetario desde donde escupir su odio. Y, por supuesto, para atacar sistemáticamente a Israel. También contra Israel, la ONU vive mejor.

Finalmente, derrota del Islam. El Islam de las luces sufre hoy el violento ataque de un virus totalitario que intenta frenar su desarrollo ético. Este virus usa el nombre de Dios para perpetrar los horrores más inimaginables: lapidar mujeres, esclavizarlas, usar embarazadas y jóvenes con retraso mental como bombas humanas, adiestrar en el odio, y declarar la guerra a la libertad. No olvidemos, por ejemplo, que nos matan con móviles vía satélite conectados… con la Edad Media…


Si el estalinismo destruyó a la izquierda, y el nazismo destruyó a Europa, el fundamentalismo islámico está destruyendo al Islam. Y también tiene, como las otras ideologías totalitarias, un ADN antisemita. Quizás el antisemitismo islámico es el fenómeno intolerante más serio de la actualidad, no en vano afecta a más de 1.300 millones de personas educadas, masivamente, en el odio al judío.

En la encrucijada de estas derrotas, se encuentra Israel. Huérfano de una izquierda razonable, huérfano de un periodismo serio y de una ONU digna, y huérfano de un Islam tolerante, Israel sufre el violento paradigma del siglo XXI: la falta de compromiso sólido con los valores de la libertad. Nada resulta extraño. La cultura judía encarna, como ninguna, la metáfora de un concepto de civilización que hoy sufre ataques por todos los flancos. Ustedes son el termómetro de la salud del mundo. Siempre que el mundo ha tenido fiebre totalitaria, ustedes han sufrido. En la Edad Media española, en las persecuciones cristianas, en los progroms rusos, en el fascismo europeo, en el fundamentalismo islámico. Siempre, el primer enemigo del totalitarismo ha sido el judío. Y en estos tiempos de dependencia energética y desconcierto social, Israel encarna, en propia carne, al judío de siempre.

Una nación paria entre las naciones, para un pueblo paria entre los pueblos. Es por ello que el antisemitismo del siglo XXI se ha vestido con el eficaz disfraz del antiisraelismo. ¿Toda la crítica contra Israel es antisemita? No. Pero, todo el antisemitismo actual se ha volcado en el prejuicio y la demonización contra el Estado judío. Un nuevo vestido para un viejo odio.

Dijo Benjamin Franklin: “donde mora la libertad, allí está mi patria”. Y añadió Albert Einstein: “la vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”. Este es el doble compromiso aquí y hoy: no sentarse nunca a ver pasar el mal y
Defender siempre las patrias de la libertad.
Gracias.

Pilar Rahola
16/12/2009

miércoles, 16 de diciembre de 2009

HEMOS DEMOSTRADO QUE ATACAR GAZA SALE GRATIS. Titular de EL MUNDO. Con SILVIA TAULÉS y ALBERTO ARCE como "expertos".

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/12/15/internacional/1260897920.html

Por Jaime Einstein

¡Señoras y señores, la reñida competencia por el trofeo Torquemada continúa abierta!

Los favoritos para ganar el codiciado galardón son “El País”, que sale por la puerta izquierda de lAbdul Halim Fadlallah dirige el Centro Consultivo para Estudios y Documentación de Beirut, el «think tank» del principal partido musulmán chií del Líbano. Participa en Madrid en un encuentro sobre la «liberación de los pueblos palestino e iraquí» organizado por la Ong Cultura, Paz y Solidaridad.a arena, seguido muy de cerca por “El Mundo”, que como de costumbre irrumpe por el portón derecho.

El último, muy digno esfuerzo del concursante de la diestra, ha sido la pieza “Hemos demostrado que atacar Gaza sale gratis” por Silvia Talués, del equipo azul de “El Mundo”. Se trata de una muy sentida reseña de un documental de propaganda a favor del grupo terrorista palestino Hamás, producido por el “periodista comprometido” español, Alberto Arce, titulado “To Shoot an Elephant” (“dispararle a un elefante”). Este documental trata sobre el consabido libreto de “las atrocidades cometidas por el sanguinario ejército de la maldita entidad sionista-judía llamada Israel contra el pueblo palestino martirizado”.

Desde luego, Don Alberto Arce tiene una larga trayectoria en esa carrera hoy día denominada de “periodismo comprometido”. Para quienes no conozcan las normas de este oficio, es importante aclarar que sus practicantes rechazan las viejas y obsoletas normas del “periodismo serio”: tratar de presentarle al público una versión verídica y objetiva de la realidad siendo reportada… con todas sus facetas, complejidades y diversos tonos grises.

No, el “periodismo comprometido” es mucho más divertido: el practicante de este oficio selecciona si le gusta el equipo blanco o el negro, y una vez hecha su selección, procede a presentar a su equipo como poseedor de todas las virtudes del espíritu humano, mientras el equipo contrario es la personificación del mal universal.

Esta carrera de “periodismo” no es nueva… su distinguida estirpe tuvo grandes intérpretes en el “Pravda” e “Izvestia” de la fallecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y en “Der Stürmer” y el “Völkischer Beobachter” de la también fallida Alemania Nacional-socialista. Hoy día, el diario “Granma”, portavoz del progresista gobierno de la dinastía Castro en Cuba, es digno heredero de esta tradición.

Tanto lo es así, que Don Alberto Arce recibió y aceptó gustosamente el premio “Santiago Álvarez” concedido por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica” en los años 2006 y 2007 por sus contribuciones a favor de la propagación de valores afines al gobierno castrista a nivel internacional. Ya sabemos que el gobierno cubano es un adalid de las libertades y los derechos humanos.

¿De dónde proviene la pasión periodística del señor Arce? El infausto 'corralito' que cercenó la economía de millones de argentinos de clase media, media baja y baja fue, supuestamente, el punto de inflexión en la vida de Arce. Trabajaba nuestro héroe como becario del ICEX en el mundo financiero de Buenos Aires y siendo testigo de una gran estafa financiera y política, Arce recuerda: "Empecé a sentirme mal y me dije 'Este no es el lado en el que quiero estar". Desde luego, de ahí en adelante el señor Arce decidió pasarse de una banda de bandidos a otra de salteadores.

Y, según sus sentidas palabras, “cambió el bien pagado mundo de los activos, las hipotecas, los valores y los balances, por el de los marginados, los violentados y los invisibles en las zonas más castigadas del planeta”. Desde luego, todo depende de quienes sean los “invisibles y marginados”… si ellos son los millares de presos políticos hacinados y torturados a diario en las mazmorras de la tiranía cubana, pues, ¡que se joroben, porque no existen! Si se trata de los millones de mujeres oprimidas por el oscurantismo islámico en todo el mundo… pues también ¡que se callen la boca… no cuentan!

"Ser periodista es mi ilusión y mi vocación. Pero ser persona es mi obligación", afirma con rotundidad. Muy conmovedoras palabras, ojalá fueran consecuentes con los actos de este “periodista”.

Alberto Arce defiende la labor de los “reporteros comprometidos” porque, según él, son los profesionales del periodismo que "utilizan la información frente a la propaganda"… ¿Y qué es lo que produce el señor Arce, si no PROPAGANDA?… y, para mayor escarnio concluye: "No hay nada que pueda condicionar más que la agonía de un niño"… Aquí también es necesario matizar… depende de qué niño… si se trata de la hija de un preso político cubano… ni hablar… Si se trata de una niña árabe palestina que tenga que vivir en condiciones de inferioridad e ignorancia porque así lo dicta la ley islámica de los barbudos mandamases de Hamás en Gaza… pues que lo acepte, ellos saben lo que a ella le conviene… Y si se trata de un niño israelí herido, o dejado en la orfandad por un cohete disparado por los buenazos palestinos… ¡pues se lo merece!

Para apreciar en qué distinguida compañía se ha metido “El Mundo” en su ciega búsqueda del trofeo Torquemada, veamos lo que nos informa la prensa electrónica que apoya y aplaude al señor Arce y a sus magnas obras:

“Insumissia cada día más estupefacta ante el mafioso simplismo mental de los sionistas (Fuentes: Rebelión, Il Manifesto y El librepensador)… activistas del ISM ( Movimiento Internacional de Solidaridad) cuyos principios de no-violencia, justicia y libertad, han llevado a gentes solidarias como Alberto Arce desde occidente hasta tierras palestinas para reforzar y acompañar las estrategias de resistencia civil no violenta de ese maltratado pueblo, se hallan en serio riesgo tras la calificación de Alberto como "activista pro-Hamas" por parte del portavoz de la embajada israelí en Madrid… El mafioso simplismo mental de los sionistas no parece tener límites. Sus crímenes tampoco.”

Hablar de Hamás y, en el mismo párrafo considerarlos “No violentos” y favorables a la “justicia y libertad” es como hablar de un notorio burdel, y luego mencionar la reconocida castidad de sus profesionales y clientes… Y luego osan hablar de “el mafioso simplismo mental de los sionistas”…

Dime con quién andas… y te diré quién eres… En menuda compañía se ha metido el periódico “El Mundo”… un periódico que no ha tenido reparos en llamar al gobierno de Cuba por su nombre propio de tiranía, hace una excepción con un héroe del castrismo y de las tiranías islamistas… siempre y cuando este refleje su política de odio contra Israel y los judíos…

¡Felicidades al periódico “El Mundo”, quizás consiga el trofeo!

lunes, 14 de diciembre de 2009

DISCURSO CENSURADO DEL REPRESENTANTE DE ISRAEL ANTE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DE LA ONU.

FUENTE: http://www.porisrael.org/

La ONU contra Israel

Hillel Neuer de la organizacion UN Watch expone la hipocresia del Consejo de DDHH de la Naciones Unidas, el organismo que creo el informe Goldstone, el mismo organismos controlado por paises como Arabia Saudita, Libia, Cuba, Iran, Rusia y China, que no son precisamente grandes defensores de los DDHH. El presidente del Consejo, el mexicano Luis Alfonso de Alba, rechazo el discurso al que acuso de inadmisible, seguramente por todas las verdades que dijo, y para las cuales no tuvo ni una sola respuesta.

martes, 8 de diciembre de 2009

Respuesta de JAIME EINSTEIN a un artículo de JUAN MIGUEL MUÑOZ en EL PAIS

Por JAIME EINSTEIN

El 19 de noviembre pasado, el importante diario madrileño "El País" publicó un artículo escrito por su corresponsal en Jerusalem, Juan Miguel Muñoz, donde el periodista insinuaba una equivalencia entre las enseñanzas aberrantes de dos rabinos ultras, con el radicalismo islamista.

Una buena amiga en España, militante del PSOE, que planea visitar a Israel por vez primera, leyó este artículo y quedó horrorizada con su contenido. Otra amiga común me pidió aclarara las dudas suscitadas por esta columna en "El País"... Esta es mi carta:

"Querida amiga...

Hace unos días nuestra amiga común me envió una copia de un artículo del periodista Juan Miguel Muñoz, corresponsal de "El País" en Israel. Ella estaba algo alarmada y dolida por lo que percibió como tu inclinación a considerar a "El País" como una fuente seria y objetiva en su cobertura de la realidad mundial.

Leí el artículo escrito por el señor Muñoz, y debo admitir que aunque lo encontré tipicamente objecionable, los he leído peores... Tanto en "El País", supuestamente portavoz impreso de los puntos de vista del PSOE español, como en "El Mundo", teoricamente reflejo de perspectivas más afines al PP, los reportes son igualmente hostiles a mi país. Ambos diarios peninsulares sólo parecen concordar en su odio medular al estado de Israel y a cualquier cosa que les huela a judío.

Si hay algo que la España de los medios de comunicación debe agradecerle a mi nación y a mi viejo pueblo, es que, al parecer, somos los únicos capaces de hacer que los grandes rivales políticos españoles lleguen a algo parecido a la unanimidad... nos detestan por igual, y nos tratan con el mismo rasero de absoluta inquina (te incluyo unos enlaces que te mostrarán que yo no soy el único en considerar que la vasta mayoría de los medios españoles sufren de un deplorable antisemitismo).

Pero, este artículo de Muñoz te alarmó, como alarmaría a cualquier persona de buena voluntad. Te diré que la primera vez que oí un reporte sobre los puntos de vista aberrantes de dos rabinos ultra-ortoxos, ultra-nacionalistas, temas del magno esayo del Señor Muñoz, fue por Radio España Todo Noticias, yendo desde León hacia Valladolid.

Recuerdo que por el ruido de la carretera no conseguí oir la "noticia" con absoluta claridad, pero que sí se resaltaban las enseñanzas de los tales rabinos Yitzhak Shapira y Yosef Elitzur de que bajo ciertas circunstancias era lícito matar a los bebés de gentiles, "hijos de gente malvada". Este punto de vista es totalmente objecionable... repugnante... y representa la opinión de estos dos rabinos, y de los lunáticos que formen parte de su grupúsculo, si tal grupúsculo existe... Sin embargo, cuando la radio NACIONAL española divulgó esta "noticia", me dije, "esto saldrá a relucir en la prensa de tu país, que tanto nos adora"... y, desdichadamente, así fue.

Primero una pequeña explicación... necesaria porque en España cualquier tema judío está sujeto a la ignorancia que sobre nuestra cultura, desdichadamente, tienen la mayoría de los españoles... En el judaísmo no existe cualquier tipo de jerarquía eclesiástica... No tenemos monseñores, ni obispos, arzobispos o papas... Cada rabino es independiente de todos los otros rabinos... cada congregación es independiente de las otras congregaciones... Si a mí no me agrada el rabino de la sinagoga X, pues me voy a las sinagogas Y o Z, y no pasó nada. Es más, si el rabino de la sinagoga X termina disgustando a la mayoría de sus congregantes, el rabino es despedido, y se contrata a un rabino nuevo.

Esta decentralización se extiende a todos los temas... En el judaísmo no existe UN DOGMA unificado, como existe en la mayor parte de las iglesias cristianas. Aún en el Tálmud, que es la compilación enciclopédica más completa del pensamiento jurídico-teológico del pueblo hebreo, no hay dogma... El Tálmud contiene siglos de debates sostenidos entre escuelas rabínicas, cubriendo temas que van desde la agricultura hasta el sexo... TODO está cubierto por debates, y ninguna conclusión es absoluta o dogmática. Lo que sí hay son concensos, que pueden variar con el pase de los siglos.

Un tema donde el concenso rabínico es casi absoluto... y tengo que decir "casi", porque en un pueblo tan dado a la dialéctica del debate como somos los judíos, es difícil encontrar cualquier absoluto... pero uno de los milagros de la concordancia es el respeto por la vida e integridad de TODOS LOS SERES HUMANOS... profesen ellos la religión... o falta de religión... que sea.

El Tálmud (y esta enseñanza fue adoptada hasta por por Mahoma) indica que quien mata a otro ser humano, ha destruído un universo, y quien salva a otro ser humano, es como si hubiera salvado al universo.

Nosotros no tenemos "santos", como muchos en el santoral católico (por desdicha, muchos de ellos españoles, y "San" Vicente Ferrer viene a la mente) distinguidos por su prédica de odio contra su prójimo... siempre y cuando el "prójimo" no fuera católico, apostólico y romano. Pero Muñoz, y los que comparten sus ideas, se dedican a tirar piedras cuando viven en casas de vidrio.

A través de nuestros largos siglos de historia, nuestro pueblo siempre se ha distinguido en las ciencias médicas. Curar cuerpos... curar almas... Médicos e investigadores científicos de nuestra estirpe han salvado a millones de pacientes, y han encontrado la cura a algunos de los peores azotes de la humanidad. El mayor de todos los filósofos judíos españoles, el cordobés Maimónides, se ganaba la vida como médico... Si quieres entender la REALIDAD de nuestra ética, remóntate a nuestos largos siglos de historia, y no a la ponzoña de alimañas malintencionadas como el señor Muñoz y sus colegas en "El País" y "El Mundo".

El analfabetismo casi no existe en este país... Nuestras estadísticas de publicaciones per capita están entre las más altas del mundo. Aquí, como en España, cualquier fulano puede publicar lo que salga... Este es un país donde se goza de una extensa libertad de expresión. Si cada sociedad fuera juzgada por las aberraciones publicadas por sus individuos más radicales, ¿dónde estaríamos?

Habiendo establecido estas observaciones preliminares, analicemos el artículo del Señor Muñoz:

Para comenzar, el periodista de "El País" da por sentado que "las colonias" judías asentadas en Cisjordania son entidades ajenas a las tierras donde se levantan las casas de sus habitantes. Aparentemente, según Muñoz, ningún judío tiene derecho a vivir en lo que fue el corazón de Judea y Samaria (recordemos que el término "judío" proviene de los habitantes de Judea). Sin embargo, dudo mucho que el bueno de Juan Miguel Muñoz extendería su posición de que Judea y Samaria deben de ser "Judenrein" (limpios de judíos) al corolario que el Estado de Israel debiera expulsar a todos sus ciudadanos no judíos... los árabes israelíes, que representan una séptima parte de nuestra ciudadanía. De forma que, desde el comienzo, Muñoz sale marchando por una ruta muy "escabrosa"... "Palestina" (léase Judea y Samaria) debe estar limpia de "colonias" judías... y más de 300,000 personas deben ser expulsadas de sus hogares, escuelas y universidades... pero ¡ay del estado de Israel si osa expulsar a un árabe de su territorio!

El brillante Muñoz continúa informando a sus lectores que: hay "jóvenes que estudian en Hesder Yeshivas, las 62 escuelas que combinan estudios militares con el aprendizaje de la Torá. En alguna de ellas, alzadas en los asentamientos, se imparten lecciones escabrosas."

Si yo fuera a escribir sobre los numerosos seminarios católicos en todo el territorio español, creo que también podría decir que "en algunos de ellos se imparten lecciones escabrosas"... y ciertamente que no estaría mintiendo...

Lo que Muñoz no le informa a sus incautos lectores es que lo que es complejo y escabroso es el tema de las evacuaciones de nuestros habitantes, muchos de los cuales están convencidos de que tienen el mismo derecho a vivir en Ariel o Efrat (que los religiosos consideran como el corazón de la patria judía) que un árabe israelí... musulmán o cristiano... tiene a vivir en la Galilea, donde son mis vecinos.

¿Quién tiene que efectuar esas dolorosas evacuaciones cuando se dan? Nuestros propios soldados y policías, muchos de los cuales tienen parientes viviendo en estos asentamientos y ciudades. El precedente de nuestra evacuación de Gaza no fue nada edificante. En el año 2005, el gobierno de Israel decidió evacuar a la totalidad de la población judía, que vivía en prósperos asentamientos agrícolas en la Franja de Gaza.

Los árabes palestinos, bien-amados de "El País" y "El Mundo", los niños mimados de la Unión Europea y de la "Alianza de Civilizaciones", podrían haber aprovechado esta oportunidad para utilizar los millones de euros que reciben de contribuyentes como tú para convertir la Franja de Gaza en un oasis de prosperidad para sus habitantes... Nada de eso, libres de la ocupación israelí, los progresistas árabes palestinos de Gaza destruyeron toda la infraestructura física que heredaron de los asentamientos judíos evacuados... incluyendo modernísimos invernaderos que podrían haber utilizado para una agricultura de alta tecnología... instalaron una teocracia islámica opresora, y comenzaron a disparar cohetes contra Israel, hasta que nuestro país se vio obligado a tomar medidas para silenciarlos... duramente condenadas por Muñoz y sus hipócritas congéneres.

¿Estamos dispuestos a repetir nuestra mala experiencia de Gaza en Cisjordania? Lo dudo mucho.

Muñoz continúa, con su habitual objetividad: "El Gobierno israelí insiste en que toda incitación contra Israel debe ser atajada de raíz si los palestinos desean algún día vivir en un Estado independiente. La Autoridad Palestina se puso manos a la obra hace pocos años y ha recibido el aplauso del Gobierno de Estados Unidos por sus esfuerzos en los colegios. Hoy día, funcionarios del Ejecutivo palestino reciben con 24 horas de antelación los sermones que los imanes pronunciarán los viernes, y los templos se cierran una vez acabada la oración."

Esta declaración de Muñoz sería irrisoria, si no fuere tan cínica. Las escuelas palestinas, subvencionadas por los caudales millonarios de los contribuyentes en la Unión Europea, son semilleros de odio anti-judío y anti-occidental, como lo son la radio y TV de la Autoridad Palestina. Dudo que Muñoz hable árabe, o que le interese un pito que estos centros de difusión "educacional" e "informativa" propaguen ideas dignas del Doctor Goebbels. Cualquier israelí árabe-parlante, y aquí los hay por centenares de miles, conocen la falsedad de las palabras de Muñoz... Eso sí es seguro, el Partido Fatah, que gobierna Cisjordania y la Autoridad Palestina, sí controla cuidadosamente los sermones en las mezquitas de su territorio, pero no para purificar el mensaje espiritual de los imames, sino para evitar que estos defiendan a Hamás, y derroquen a Fatah en Cisjordania, como sucedió en Gaza.

Muñoz continúa mintiendo descaradamente, tratando de parecer moderado y equidistante en su mensaje...

"Ya no se permite que los islamistas, perseguidos con denuedo, utilicen las mezquitas a su antojo para instigar el desprecio al judío. "Los espías abundan en cada rezo. La gente no se atreve a comentar nada con desconocidos", asegura Issa, un treintañero de un pueblo lindante con Jerusalén. En Gaza, estrangulada desde hace tres años y regida por Hamás, la historia es diferente: los niños maman el odio. En las mencionadas yeshivas se difunde también, y con dinero público, un odio atávico, aunque, naturalmente, la diana es el árabe."

A pesar de lo que escribe Muñoz, el desprecio al judío es instigado en todas las mezquitas de Cisjordania, e instigado desde la "Mukata" donde residen los "moderados" de Al Fatah, comenzando con el señor Abu Mazen... digno sucesor del "rais" Yasser Arafat. Los espías en las mezquitas están ahí para preservar a Abu Mazen y sus colegas en el poder... ¿no sé en que cuento de hadas viven los palestinos de Muñoz?... para colmo de males, Muñoz también paga, como contribuyente europeo, por las lindezas que brotan de las escuelas y los medios palestinos.

Habiendo preparado el campo de cultivo, con su descripción de la "moderación" de los buenos chicos de la Mukata en Ramala, ahora el esgrimista Muñoz se tira a fondo con la estocada del mensaje de su columna... "¿Y qué enseñan en la yeshiva de Yitzhar los rabinos Yitzhak Shapira y Yosef Elitzur? Que en determinados supuestos, y la laxitud produce vértigo, se puede matar a niños gentiles. Para estos rabinos, paladines del sionismo religioso, el árabe, el cristiano -todo gentil- es un ser inferior, a menudo peligroso, y siempre alguien digno de desconfianza."

¡Menudo periodismo! ¡¡Las enseñanzas descabelladas y absolutamente desvirtuadas de dos rabinos desquiciados de repente se convierten en una justificada equivalencia del fanatismo asesino de los islamistas... apoyado y PAGADO generosamente por los petrodólares saudíes, iraníes y el despilfarro de la Unión Europea!! ¿La prédica de odio contra Occidente y todos los "infieles" en las madrasas establecidas por toda Europa, y pagadas con petrodólares y Euros... estas cosas son equivalentes a las babosadas de dos rabinos sin eco en la sociedad judía?

¿Dónde, Señor Muñoz, están los asesinatos en masa de "gentiles" provocados por las sandeces de Shapira y Elitzur? ¿El asesinato en masa de más de 2000 personas en las Torres Gemelas de Nueva York fue acaso obra de judíos? ¿Las bombas en los trenes de cercanía madrileños fueron colocadas por estudiantes de las Yeshivot Hesder? ¿Las bombas en Londres? ¿Los ataques a los hoteles en Bombay? ¿Las bombas en las mezquitas de Pakistán?

¿Adónde mandan los padres palestinos a curar a sus hijos? ¿A hospitales islamistas?

La respuesta es obvia, como obvio es el antisemitismo redomado de Muñoz, y su periódico "El País". Por suerte, los judíos somos bastante más civilizados que lo que el Señor Muñoz piensa... aunque estoy seguro que él lo sabe... Él escribe con su pluma envenenada en nuestro país, sabiendo que puede hacerlo con impunidad... porque aquí se respeta su libertad para agredirnos... para vilipendiarnos... como también se respeta la libertad de cretinos como Shapira y Elitzur para escribir sus asquerosas estupideces.

Lo siento... no hay equivalencias... por mucho que Muñoz quiera inventarlas... Por eso, cuando estoy en España, leo "La Vanguardia"... Ni "El País" ni "El Mundo" recibirán un Euro mío.


Noticia: http://www.libertaddigital.com/mundo/la-propaganda-antisemita-de-el-pais-que-escandaliza-en-eeuu-1276359792/

Galería de viñetas: http://www.libertaddigital.com/multimedia/galerias/vinetas-antisemitas-elpais/

La carta que una serie de congresistas americanos han enviado a Zapatero, protestando por las actitudes antisemitas en diversos medios de comunicación españoles: http://www.libertaddigital.com/mundo/carta-del-congreso-de-estados-unidos-a-zapatero-1276358586/


JUAN MIGUEL MUÑOZ | Jerusalén 19/11/2009

Hace un mes varios soldados israelíes celebraron su graduación y estamparon su mensaje en una pancarta: "El batallón Shimshom no evacuará Homesh". Ese batallón pertenece a la brigada Kfir del Ejército israelí, desplegada en el territorio palestino de Cisjordania. Y Homesh es una colonia al noroeste de Nablus, desmantelada en agosto de 2005 y a la que han regresado varios fanáticos con intención de reconstruirla.

El lunes, otros seis militares imitaron a sus colegas en armas en otro acto en una base al sur de Hebrón. "La Brigada Nahshon tampoco evacúa". Son jóvenes que estudian en Hesder Yeshivas, las 62 escuelas que combinan estudios militares con el aprendizaje de la Torá. En alguna de ellas, alzadas en los asentamientos, se imparten lecciones escabrosas.

El Gobierno israelí insiste en que toda incitación contra Israel debe ser atajada de raíz si los palestinos desean algún día vivir en un Estado independiente. La Autoridad Palestina se puso manos a la obra hace pocos años y ha recibido el aplauso del Gobierno de Estados Unidos por sus esfuerzos en los colegios. Hoy día, funcionarios del Ejecutivo palestino reciben con 24 horas de antelación los sermones que los imanes pronunciarán los viernes, y los templos se cierran una vez acabada la oración.

Ya no se permite que los islamistas, perseguidos con denuedo, utilicen las mezquitas a su antojo para instigar el desprecio al judío. "Los espías abundan en cada rezo. La gente no se atreve a comentar nada con desconocidos", asegura Issa, un treintañero de un pueblo lindante con Jerusalén. En Gaza, estrangulada desde hace tres años y regida por Hamás, la historia es diferente: los niños maman el odio. En las mencionadas yeshivas se difunde también, y con dinero público, un odio atávico, aunque, naturalmente, la diana es el árabe.

¿Y qué enseñan en la yeshiva de Yitzhar los rabinos Yitzhak Shapira y Yosef Elitzur? Que en determinados supuestos, y la laxitud produce vértigo, se puede matar a niños gentiles. Para estos rabinos, paladines del sionismo religioso, el árabe, el cristiano -todo gentil- es un ser inferior, a menudo peligroso, y siempre alguien digno de desconfianza.

¿En que circunstancias se puede matar a bebés? "Porque su presencia puede promover los asesinatos. Existe una razón para dañar a los niños si está claro que crecerán para hacernos daño... Está permitido dañar a los hijos de un líder para presionarle con el fin de que no actúe malvadamente... Hemos visto en la Halaja [ley religiosa judía] que incluso existe causa para matar a los bebes de gentiles que no violan las siete leyes otorgadas por Dios a Noé por la futura amenaza que causarán si son criados por gente malvada como sus padres", han escrito Shapira y Elitzur en su libro La Torá del Rey: leyes sobre la vida y la muerte entre los judíos y las naciones". Se ha vendido con éxito en Mercaz Harav, una yeshiva de Jerusalén que es el buque insignia del sionismo religioso.

El lunes, el diario Haaretz informaba de que la yeshiva dirigida por Shapira recibió fondos del Estado por valor de 150.000 shekels (27.000 euros) desde 2007. El Ministerio de Educación, según la ONG israelí Yesh Din, aportó otro millón de shekels (180.000 euros) entre 2006 y el año siguiente. El Ejecutivo hebreo ni siquiera se plantea sanciones pecuniarias.

Shapira y Elitzur animan a sus alumnos a hacer caso omiso de las leyes civiles de su propio país. "No se necesita una decisión del Estado para permitir el derramamiento de sangre de quienes pertenecen al imperio malvado. Incluso los individuos atacados por la soberanía del mal pueden tomar represalias", escriben. La distinción entre soldados y civiles en tiempo de guerra es asunto poco relevante. "El principal esfuerzo de la guerra debe destinarse a quienes intentan matar, pero cualquiera que es miembro de la nación enemiga es considerado un enemigo".

Son un buen puñado los rabinos que llevan décadas esparciendo semejante ideología. Durante la guerra de Gaza, el invierno pasado, se distribuyeron panfletos entre la tropa en los que se instaba a no mostrar piedad con el enemigo. El rabino jefe del Ejército, Avichai Rontzki, insistió la semana pasada en la inclemencia que debe adornar a los militares en el campo de batalla. Al Gobierno de Benjamín Netanyahu no le preocupan demasiado estas proclamas de los barbudos rabinos. Sí el desacato de los uniformados que advierten su disposición a incumplir órdenes de sus mandos. "Rechazar una orden", aseguró el martes, "significa la quiebra del Estado. No debe ocurrir, y haremos todo lo posible para poner fin a la desobediencia". Ya ha habido casos en que la policía, y no el Ejército, se ha hecho cargo de la evacuación de cientos de colonos.

Eliezer Melamed, rabino de la colonia de Bracha, una de las más combativas en el acoso a los pueblos árabes vecinos, en las inmediaciones de Nablus, no parece dispuesto a ceder. Acaba de publicar Revivim, un libro en el que explica: "Una sencilla ley de la Halaja precisa que está prohibido para cualquier persona, soldado u oficial, participar en el estrictamente prohibido acto de expulsión de judíos de sus casas y en la entrega de cualquier porción de la Tierra de Israel al enemigo. Quien viola este precepto, viola varios mandamientos de la Torá".

A juicio de Melamed, "la mayoría de los oficiales superiores están contaminados por la política". De una ventaja disfrutan los militares que rechazan cumplir una orden por motivos ideológicos. Por cada día que permanecen en una prisión militar -suelen ser condenados a 30 días de cárcel- reciben de una ONG israelí 1.000 shekels (unos 190 euros). Algunos jefes militares han salido a la palestra para asegurar que los alumnos de las Hesder Yeshivas son excelentes soldados, y la asociación que agrupa a las 62 escuelas talmúdicas también afirma que las amenazas de incumplir las supuestas órdenes de evacuación de colonos -muchos de ellos sirven en filas precisamente en Cisjordania- son excepcionales. No lo son tanto. Y muy poco se hace para parar los pies a esos rabinos desaforados.

A este caldo de cultivo de la xenofobia acuden gustosos personajes como el ciudadano israelí de origen estadounidense Yaakov Teitel. Procesado por el asesinato de dos palestinos en los años noventa y por tropelías de toda índole contra policías israelíes, profesores universitarios u homosexuales, declaraba ufano en el juicio que acaba de abrirse en su contra: "Sin duda, Dios está satisfecho conmigo".