jueves, 20 de marzo de 2008

CONFLICTO ISRAEL - PALESTINA. - LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LA IGNORANCIA.

Por L. Conde


Se ha preguntado cómo se forma una corriente de opinión?. Simplemente alguien aparece en la televisión, dice cualquier cosa, otro lo repite…. O alguien escribe en un periódico, alguien lo lee, lo repite…. En internet pasa lo mismo. Pero quiénes son los que hablan, escriben? Porqué les damos crédito antes de comprobar sus fuentes? Es más cómodo creerles sin más. Repetir esa opinión prestada sin intentar contrastarla. Una especie de prensa del corazón de la peor especie, pero esta vez afecta a todo un pueblo: el Judío.


Estoy harta de “opinadores” que plasman su ignorancia en periódicos, incluso de tirada nacional como ·El País, 20 de marzo de 2008, página 26, “El otro holocausto” firmado por Gaspar García Fernández.


Los médicos abominan de esas páginas web donde aconsejan terapias absurdas. Hay quién las sigue, qué le vamos a hacer, los imbéciles también son libres para decidir su futuro. Pensemos que también hay quien no sale de casa sin mirar su horóscopo del día. Siempre me pareció un misterio lo que la gente se puede llegar a creer sin más. Y la Historia? Todo el mundo sabe de Historia. De Matemáticas no, pero de Historia… Palestina, Israel…. “Ésa Historia” la conocen como si hubieran hecho un máster. Y sin embargo jamás han leído más allá de artículos en el periódico escritos por alguien como ellos. ¿Nunca han oído decir que los americanos son incultos a gente que jamás ha visitado USA y que ni siquiera sabe cual es la capital de Nueva York? Y sin embargo persisten en una opinión prestada porque la dice alguien que les “merece” credibilidad en base a que sale en televisión o escribe cualquier cosa.


Es bien cierto que el prejuicio se cura con el estudio. Pero hoy en día quién “pierde el tiempo” estudiando, leyendo. Pues para emitir una opinión hay que leer, estudiar, reflexionar, comparar. Opine sobre matemáticas sin tener una mínima base, nadie le daría crédito o se burlaría de su ignorancia. Para opinar sobre Israel y los palestinos (que no Palestina) es necesaria igual formación.


Para empezar, le recomendaría leer algunos libros:


“De tiempos inmemoriales”, de Joan Peters.

“Viaje de París a Jerusalem”, de René de Chateaubriand.

“Recuerdos de Oriente”, de Alphonse de Lamartine.


Para continuar le recomendaría un viaje a Israel, de norte a sur, de este a oeste. Alquile un coche y recorra el país por su cuenta. Hable con la población. Comparta los misiles diarios de Sderot o Ashkelon (en los telediarios nunca aparecen los heridos ni los muertos israelíes, no los exhiben, es otra manera de entender la dignidad y no hacer gala del victimismo). Visite los llamados “lugares ocupados”. Compare. Vea un país próspero, magnífico, la única democracia de Oriente Medio. Y regrese. Y vuelva a escribir. Sinceramente.


Para finalizar, le transcribo un artículo de PANCRACIO CELDRÁN, erudito en Historia Comparada, él sí. Léalo con atención porque está escrito por alguien que además de haber estudiado exhaustivamente la Historia, conoce el país de primera mano.


Si se lee el libro de Joan Peters: "De tiempos inmemoriales", se comprueba, de acuerdo con la documentación contrastadísima que en él se maneja, que la tierra de Israel no ha estado poblada por palestinos en las épocas moderna y contemporánea, tal como se desprende de los relatos de viajeros de los siglos XVIII, XIX y XX, sino que era un territorio casi vacío

Son más de cincuenta los libros y relatos de viajeros europeos manejados para afirmar que todos coinciden en no haberse encontrado nunca con nadie en el 90% de las tierras que actualmente forman el Estado de Israel, el Reino de Jordania, la República de Siria y El Líbano, que no se sabe realmente lo que es hoy, o a quien obedece.

René de Chateaubriand en su Viaje de París a Jerusalén expresa la extrañeza que se siente ante la desolación y la despoblación total de la Tierra Santa, y Alphonse de Lamartine, que la visitó en 1835 para meditar y tratar de armonizar su fe cristiana con el racionalismo filosófico del siglo XVIII, dice en su libro "Recuerdos de Oriente" que 'fuera de las puertas de Jerusalén no vimos ningún ser viviente ni escuchamos sonido alguno': no había gente.

El estadounidense Mark Twain, que visitó la zona en 1867, afirma: 'Tal desolación existe aquí que no se puede describir; hemos llegado a Tabor... no hemos visto a ningún ser humano en todo el viaje'.

Diez años antes, el cónsul británico para Palestina declaraba: 'El país está vacío de habitantes y sería necesario que tuviese alguna población'.

Si se consulta el censo turco para la región, de 1882, cosa que yo tuve ocasión de hacer un siglo después, en toda la tierra de Israel, parte del Líbano, Jordania y Sinaí hay 140.000 habitantes, tanto árabes como cristianos y judíos. ¿Dónde estaba el milenario pueblo palestino?. En ninguna parte. Mejor dicho: quienes se dicen sus descendientes estaban en Jordania, Siria y Egipto.

De esos países llegaron en el primer tercio del siglo XX a la Tierra Prometida. Prometida porque la presencia cada vez más numerosa de los judíos sionistas creó fábricas, saneó el suelo, creó mano de obra; al reclamo de la actividad judía se arracimaron en una tierra que nunca habían habitado por la sencilla razón de que era inhabitable por su insalubridad y pobreza. Debido a este hecho, y sobre todo a la inmigración judía de socialistas idealistas procedentes de Europa del Este, que se establecieron en kibutzim y moshavim a modo de granjas y fábricas colectivas, la población se disparó, y los árabes, que habían despreciado la tierra hasta entonces emigraron a ella en número de 650.000 en 1922, ubicándose precisamente en los lugares donde los judíos habían creado riqueza y trabajo.

Aquel mismo año el gobernador británico del Sinaí puso de relieve que aquella inmigración era en su mayor parte ilegal, y que procedía de Transjordania, Egipto y Siria.

En 1930 las autoridades inglesas del Mandato apoyaban el conocido y poco recordado Hope Simpson Report diciendo: 'la lista de parados está ampliándose por la constante inmigración árabe a través de Transjordania y Siria', información que se ve corroborada por fuentes árabes de la época: el informe del gobernador del distrito sirio de Hauran, Tewfik Bey El-Haurani, que escribe: 'Más de 300.000 sirios de Hauran se mudaron a la tierra de Israel en estos años de 1930'.

Y el primer ministro inglés W. Churchill dijo en 1939: 'Lejos de ser perseguidos, los árabes se han desplazado al país desde sus países de origen'. Los judíos eran el polo de atracción gracias a los puestos de trabajo que estaban creando.

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sábado, 15 de marzo de 2008

BIBLIA KENNICOTT - LA BIBLIA JUDÍA DE A CORUÑA

Los tesoros judíos de Galicia






Vivía en A Coruña, en 1475,
un joven y rico judío llamado ISAAC DE BRAGA, hijo de D. SALOMÓN DE BRAGA y admirador de la Biblia de Cervera del año 1300, la cual se hallaba en la ciudad en el siglo XV. Al no poder hacerse con ella encargó otra escrita y adornada de idéntica manera al escriba Moshe Ibn Zabarah. El trabajo fue terminado en 1476. A lo largo de diez meses Moshe Ibn Zabarah escribió dos folios diarios en letra cursiva cuadrada sefardí, con tinta castaña, a dos columnas, en páginas de 300 por 235 mm. Es la primera vez que aparecen las vocales en una Biblia judía.

Para las bellas ilustraciones que figuran en márgenes, espacios entre columnas y páginas intercaladas, Moshe Ibn Zabarah contrató a Joseph Ibn Hayyim. Artista iluminador, el mejor de su época.

Se hace evidente que los tres hombres: Isaac de Braga, Moshe Ibn Zabarah y Joseph Ibn Hayyim, llegaron a una compenetración tal que les llevó a concluir una monumental obra, original y hermosa, que fue alabada en su tiempo y prevalece como una de las más transcendentes obras de arte de su clase. El eminente historiador hebreo Cecil Roth la describió como “la obra maestra del arte medieval hispanojudaico”.


Del periplo de este manuscrito en la diáspora sefardí, que recorre 278 años, desde su salida de A Coruña en 1793 (guardado bajo llave para su transporte en una caja) hasta su compra en 1771 en Inglaterra por el hebraísta Benjamín Kennicott, nada se sabe.

Benjamín Kennicott (1718 – 1783), hebraísta cristiano inglés que se educó y trabajó la mayor parte de su vida en Oxford. Fue párroco de la Christ Chursh of Oxford.


Entre 1771 y 1872 se guardó en la biblioteca de Radclife, luego pasó a la biblioteca Bodelian de Oxford, donde aún se conserva.


Dos de las 500 copias en edición facsimil que existen en el mundo de este manuscrito se encuentran en A Coruña: una en la biblioteca privada del ex alcalde de la ciudad, D. Francisco Vázquez. La otra se halla en el Museo de Bellas Artes de la ciudad, aunque no se expone al público.

Hay países orgullosos de su herencia histórica y cultural. Hay tierras que reclaman sus obras de arte y desean que regresen a donde fueron creadas por gente de aquí. Judía y de Aquí. Quién sabe. Ese libro nuestro lleva más de 500 años fuera. Qué son 500 años para un judío. Un parpadeo de la tierra. 2000 años sin Eretz Israel. Todo llega si se vive lo suficiente. Y nosotros parece que somos eternos.


Shalom.

martes, 11 de marzo de 2008

LA CÁBALA DE TEVEL de MARTA LAPIDES

Por L. Conde



Leer a Marta.


La pasada semana la escritora Marta Lapides honró a la Comunidad Judía Ner Tamid de A Coruña con un acto donde presentaba su libro “La Cábala de Tevel”. Hebraica Ediciones.


Tengo que decir que es una mujer de gran magnetismo y sus palabras brotan de su corazón de manera natural. Nos habló desde la razón, desde el conocimiento más ancestral. Con voz pausada y rotunda nos regaló un pensamiento claro, ordenado, ameno, práctico y, sobre todo, honesto.


Mientras explicaba los motivos que la llevaron a escribir este libro, los largos años empleados en el estudio de la Cábala y el trabajo minucioso y de ingenio para plasmar el resultado en un tratado comprensible para los profanos; yo pensaba que iba a leer un libro asombroso y me tardaba el que llegara la noche para iniciarme en la sabiduría que emanaba de la mirada de esa mujer.


Y llegó la noche e inicié un viaje al mundo del saber antiguo. Era muy grato ver como Marta Lapides le encontraba aplicaciones a la vida cotidiana actual. Una erudición absolutamente práctica que enseña a Pensar, a Sentir, a percibirnos como parte de la Naturaleza, a Amar, a Soñar, en definitiva, a Vivir. Cosas todas que, como dice Marta, nadie nos enseña, pero ella además nos enseña a Volar.


Hay libros que deberían incorporar un CD con la voz del autor como el mejor narrador. Es el caso de “La Cábala de Tevel”. He tenido la fortuna de conocer a la autora y el recuerdo de su voz, capaz de conmover a los astros, me acompaña en esta lectura que sé que es el inicio de un viaje hacia mí misma. Gracias, Marta. Es tan placentero leerte.


Shalom.

martes, 4 de marzo de 2008

CUANDO DOS JUDIOS SE ENCUENTRAN EN GALICIA

Por L. Conde


Hay días mágicos, como cuando éramos niños y nos sorprendía un regalo inesperado y nuestros padres nos decían que lo habían dejado para nosotros un hada o el Capìtán Trueno. Y les creíamos. Y era verdad.


Esta mañana un hombre salía de su trabajo. Llevaba en la mano unos folletos del restaurante de un amigo suyo. Restaurante SEFARDÏ. Un imán. Una mujer le siguió con la mirada fija en esa palabra. Cuando estuvo más cerca pudo ver que por su muñeca asomaba una Estrella de David. La mujer lo abordó con los ojos llenos de lágrimas. No hicieron falta palabras. Dos judíos se habían reconocido. Shalom.


Sucede que la mujer vino con su familia desde un país lejano a vivir a Coruña. El pasado año falleció su padre al que no pudo enterrar según nuestras tradiciones. Ella no sabía que aquí había judíos. Casi nadie lo sabe aún. Así que lloró en soledad. Al hombre le conmovió su historia. Me telefoneó para contármela. Y a mí me emocionó la escena de ese hombre grande y recio y esa mujer menuda y sola que se reconocen en ellos mismos sin haberse visto jamás, pero supieron percibirse en signos que para nosotros evocan toda nuestra historia en común.


Bienhallada. Seas quién seas. Eres judía. No necesito saber más. Shalom.

lunes, 3 de marzo de 2008

CUANDO TENGAMOS UN SEFER TORAH.

Por L. Conde



Les voy a contar una hermosa historia.


Hace apenas dos años unos judíos que pensábamos que éramos los únicos aquí, en el noroeste de España, nos reunimos en un pequeño piso de A Coruña. Esperábamos la llegada de la tarde de los viernes para decirnos Shabat Shalom. Entre nosotros. A quién más podríamos decirlo. Poco a poco, como si alguien les susurrara al oído mientras dormían que no estaban solos, fueron llegando más. Un viernes ya no nos llegaron los dedos de las manos para contarnos. Teníamos un minyán.

Han pasado algo más de dos años. Ya dejamos de reunirnos de casa en casa. Ahora tenemos un pequeño lugar a donde acudimos los viernes para el Kabalat Shabat, los miércoles para clases de Talmud Torá, los jueves para aprender hebreo, los domingos van los niños.


Estos judíos han llamado a todas las puertas. Entre nosotros conseguimos hacer frente a los gastos del alquiler del local que hace las veces de sinagoga, del material didáctico, de los Sidur… Cada fin de mes miramos con resignación cómo menguan los dineros de la Comunidad. Ponemos lo que falta para completar el alquiler. Y soñamos. Cuando seamos viejos nos acordaremos de estos tiempos con ternura. Cuando seamos viejos. Esperamos vivir lo suficiente para ver en nuestra sinagoga un Sefer Torá. Pero ayer vimos los menguados fondos. Y pensamos: porqué no?. Porqué no pedirlo?. Decir al mundo que estamos aquí, existimos en este lugar del “Finisterre” contra todo pronóstico, es un milagro lo que hemos conseguido en este tiempo. Quién nos lo iba a decir. Pedir que nos dejen seguir floreciendo, que por nosotros no va a quedar. Ponemos toda el alma en ello.


Por eso me dirijo a quienquiera que lea esta historia, la nuestra. Les juro que es hermosa. NECESITAMOS UN SEFER TORÁ. Hace 515 años se fue el último de aquí. Quién sabe, los libros hacen viajes a través del tiempo y vuelven a donde dieron luz una vez. Y Nuestro Libro, donde está? Le echamos de menos. Ese judío que hace cinco siglos tuvo que abandonar Galicia escondiendo su mayor tesoro, su Sefer Torá, el último que quedaba aquí. Volverá. Sabemos que volverá a nosotros. Le llevamos esperando 515 años. Ahora estamos preparados para recibirlo de nuevo.


Si sabe a quién o a dónde podemos dirigirnos para conseguir un SEFER TORÁ, deje un mensaje en “comentarios”. Créame, atravesaríamos el mundo para ir a buscarlo.


Shalom.