sábado, 24 de enero de 2009

Parashá VAERÁ (Y habló Moisés a Dios y le dijo….) . ÉXODO VI:2 - IX: 35

Correspondiente al Shabat 28 Tevet 5769 - 24 Enero 2009


27 Tevet 5768 - 5 Enero 2008



Por L. Conde


El corazón endurecido o el orgullo mal entendido.



Las plagas de Egipto son un pulso a la intransigencia del Faraón. Un patrón negativo de conducta que alguna vez hemos tenido cuando también se nos endureció el corazón. Ese orgullo tan mal entendido… y para qué. Para acabar derrotados y solos al final?. Tantos abrazos omitidos. Tantas caricias ignoradas. Tantas palabras de amor silenciadas. Y ahora ya es tarde. Las acciones que no llegan a tiempo no son sinceras, son fruto de un arrepentimiento egoísta, del temor a quedarse solo, o de quedar en entredicho. Pero en el momento sólo se piensa en el supuesto orgullo herido que no es más que el fruto de una baja autoestima, de sabernos incapaces de hacer que las cosas sean de otra manera y a ese sentimiento de impotencia llamamos orgullo y lo rumiamos como burros en una noria donde el rumiar es el fin en si mismo, un callejón sin salida, una falta de inteligencia, una degradación de la sensibilidad.


Religión versus magia (horóscopos, esoterismos y otras zarandajas)


Los conjuros de los hechiceros del Faraón contra el silencio de Moisés y Aarón. Los dos hermanos, uno más elocuente que el otro, llevaban su cayado de pastores, pero no conjuraban al Dios de Israel, no necesitaban hacerlo, sabían que Él siempre estaba con ellos y, por otra parte, era imposible conjurarLE. Reveló Su Nombre a Moisés, el Tetragrama.


Tal como se describe la actitud de los “sacerdotes” egipcios, parecía que hacían uso de una “magia regulada”.


Siempre me llamó la atención el porqué la gente se cree unas cosas y no otras. Cosas sin base alguna que atentan contra la razón y sin embargo no admiten la más mínima crítica. Posiblemente ahí esté también el germen del fanatismo. Cuando conozco a alguien y me pregunta cual es mi signo del zodiaco sé que no tengo nada más que hablar con él/ella. ¿Cómo mantener una conversación mínimamente inteligente sobre esas premisas?. Pudiera tratarse de gente inculta, de barrios marginales, que podrían aparecer en una escena de una película de Almodóvar, unas mujeres en la peluquería leyendo con dificultad revistas de cotilleo que buscan en la última página lo que le espera esta semana a un Capricornio para obrar en consecuencia. O que acuden a una sesión de espiritismo para hablar con su fallecida abuela. O que pagan para que les echen las cartas y ver si el marido les engaña. Esa gente aún tiene al menos una disculpa, o una coartada: Ya se sabe que la educación, la cultura, cuesta dinero. Colegios exclusivos, universidad…. No es lo mismo que un Instituto Público en la periferia de una gran ciudad donde la mayor parte son hijos de trabajadores sin cualificar. Bastante tienen con procurar llegar a fin de mes. Ellos tienen al menos una excusa, lamentable por otra parte. Pero a veces quien me hace esa estúpida pregunta es alguien al que se le supone un cierto nivel cultural, universitarios, sí, universitarios. Ya sé que el ir a la universidad no es garantía de haber pasado un test de inteligencia. Pero éstos sí que no tienen excusa alguna, y son los que me enervan. Se puede disculpar la ausencia de educación en un inculto, pero no en alguien que tuvo al menos la oportunidad de cultivarse. Digamos que el delito es doble y la estupidez mayor.


Por eso me alegra sobremanera que la Torá prohiba cualquier forma de magia, hechicería, esoterismo, encantamientos, ouijas, consultas con bolas de cristal, comunicaciones con el más allá, cartas adivinatorias, mediums que dicen traer y llevar recado de los muertos….. todas esas cosas que aunque se han demostrado hasta la saciedad fraudulentas siguen siendo una gran fuente de ingresos para los desaprensivos que la ofertan a gente con cierta debilidad mental o espiritual, o no sé como llamarlo.


Y la Torá lo prohibe por ejemplo en:


Éxodo 22:17. “A la hechicera no la dejarás vivir.”


Deuteronomio 18:10-12. “No se hallará entre los tuyos a quién haga pasar a su hijo o hija por el fuego, ni quién practique la adivinación, ni pronosticador, ni adivino ni hechicero, ni encantador de animales ni nigromante, ni yideonita, ni quién consulte a los muertos, porque abominable es para el Eterno todo aquél que hace estas cosas y por causa de estas abominaciones el Eterno, tu Dios, los destierra de delante de ti”


El concepto de monoteísmo trajo consigo inevitablemente el repudio de la magia, o como decía Max Weber: el des”encantamiento” del Universo. El monoteísmo bíblico es un salto cuántico en la evolución de la Humanidad. Cómo es posible que algunos lo desprecien.


Shalom.

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