martes, 16 de diciembre de 2008

HISTORIAS DE JANUCA

25 Kislev 5769 - 22 Diciembre 2008

Por L. Conde


JANUCÁ


En El Quijote se describe una refriega contra los sarracenos de la siguiente manera:

“… Y vinieron los sarracenos y nos molieron a palos. Que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos.”

¿Qué sucede con nosotros, tan poco numerosos? ¿Acaso nuestra determinación a sobrevivir es mayor? Será que no tenemos alternativa. Somos un pueblo de supervivientes. Experiencia no nos falta.


Batalla de Bet Tzur (cerca de Jerusalem) . Año 164 a.e.c.


Hace algo más de XXII siglos los seléucidas, de influencia helenística, ensayaron una nueva forma de exilio para los judíos: el exilio intelectual (Sijlí). No el exterminio físico, sino otro más sutil: el vaciar de contenido el judaísmo. Arrebatarle su luz. No destruyeron el segundo Templo, simplemente lo profanaron. Antíoco IV, seléucida, pensó lo mismo que el emperador Tito cuando muchos años después penetró en el Kadosh HaKedoshim esperando encontrar ídolos de oro y sin embargo sólo había UN LIBRO.: En qué clase de Dios sin rostro cree esta gente? Dónde están sus estatuas? Cómo son capaces de entregar su vida por salvar un libro? Qué contiene este libro, estas letras?. Tito no pudo soportar el no comprender y lo arrasó todo. Fue el primer libro que se quemó. Ahí comenzaron las hogueras. Quemar el pensamiento. Inevitablemente, el paso siguiente sería quemar a los pensadores…. Hasta hoy. Tito y el Imperio Romano se desvanecieron. Y la Santa Inquisición ya no está. El nazismo se convirtió en una vergüenza no sólo para un pueblo cristiano como el alemán, sino para toda la humanidad. Se han ido. Qué pueblo es éste que sobrevive leyendo un libro, que no hace proselitismo.


Antíoco IV, seléucida, tenía otro estilo. Publicó edictos destinados a una lenta pero implacable extinción. Uno de ellos era lo que, luego, en la Edad Media europea, se llamó el Derecho de Pernada de los Señores Feudales. Toda novia judía debería pasar su primera noche de bodas, no con el reciente esposo, sino con el gobernador seléucida de su poblado. Durante al menos tres años no se celebraron matrimonios entre los judíos, con el consiguiente descenso de la natalidad.


Pero al cabo de tres años, Jana, hija del Cohen Gadol, Matitiahu, celebró su boda. En los fastos, ante todos los invitados, rasgó su vestido y apareció desnuda ante ellos. Con su gesto les hizo comprender la hipocresía de escandalizarse ante la visión de su cuerpo y no ante la idea de ofrecerla al gobernador antes que al esposo. Ojos que no ven, corazón que no siente? Qué mejor adagio hay para ilustrar la conciencia dormida. Pero logró que los suyos reaccionaran frente a la humillación que le esperaba y tramaron un plan. Sus hermanos la acompañarían a palacio para cumplir esa ignominia y consiguieron tomarlo por asalto. Era posible. Comenzaron a organizarse.


Nadie le dijo a David que era imposible vencer a Goliat.. Además no hay opción. Debemos prevalecer. Nos va el alma en ello. Al mando del pequeño ejército, casi una guerrilla, está el hijo de Matitiahu, Yehudá. Cuenta con apenas 6.000 hombres frente a los 47.000 seléucidas. Dice a sus hombres que graben en sus escudos las iniciales de un lema por el que serán recordados para siempre: “Mi Kamoja Velim Hashem” (Quién como tú entre los valientes, oh, D’os). MaKaVeHa. Los Macabeos. Y vencen. Contra todo pronóstico. Nadie les dijo que era imposible.


El 25 de Kislev del año 164 a.e.c regresan a Jerusalem. Se afanan en limpiar el templo profanado, sacan las estatuas, sustituyen las piedras del altar, buscan en vano aceite sin mancillar, alguna vasija precintada con el sello del Cohen Gadol. Queda una. Apenas dará para alumbrar un día. No importa. Vivamos este momento, nuestro deseo es tan puro… Quién sabe, tal vez dure un día más. Y otro. Y otro. Tenemos esperanza.


Una hanukia en la Shoah

XXII siglos después ocurrió algo similar en un campo de exterminio nazi. Usando imaginación y valor, unos prisioneros fueron quitando durante días algunos hilos de sus raídos vestidos, los enrollaron a modo de mechas y los escondieron. Otros ocultaron trozos de grasa de su pobre comida. Otro dejó de comer su única ración del día, una patata. Y el día 25 de Kislev, en un barracón, arriesgando sus vidas, tallaron la patata hasta convertirla en una minúscula janukía, insertaron las ocho mechas salidas de sus ropas, usaron los trozos de grasa como combustible y esa noche celebraron la Janucá.


Tal vez los que hicieron posible esa ceremonia no sobrevivieron, pero estamos aquí, somos ellos.


Las cuatro formas de exilio en el Driedel


Las diferentes formas de exilio vuelven a enlazarse para converger un un juego de niños cuando llega la Janucá. Las cuatro letras del trompo infantil comparten significado:



Nu
n (N) Guimel (G) Hey (H) Shin (SH)

"Nes Gadol Haiá Sham" (Un gran milagro ocurrió allí)

Pero también son las iniciales de los nombres de las 4 formas de exilio:

Nafshí (emocional): Nabucodonosor quería al pueblo judío sometido emocionalmente a él y a su idolatría. Ellos se negaron, entonces Nabucodonosor destruyó el Primer Templo y exilió a los judíos a Babilonia, donde florecieron, como en cualquier otro lugar.

Gufaní (físico): mientras vivían bajo el dominio persa, los judíos experimentaron un exilio que amenazaba con eliminarlos a través de las maquinaciones genocidas de Hamán, el villano de la historia de Purim. Pero allí estaba Esther y la fuerza de todos con ella.

Sijlí (intelectual): bajo el gobierno de los griegos, los judíos estaban sujetos a un ataque no físico, sino a decretos que prohibían su conexión con D'os y la Torá. La filosofía y la cultura griega - contadas en la historia de Janucá - amenazaban con una extinción del pensamiento intelectual judío.

HaKol (total): el actual exilio comenzó hace 2000 años con la destrucción del Segundo Templo por los romanos y la dispersión de los judíos por todo el mundo. Durante este tiempo, los judíos han sido sometidos a una horrible combinación de todos los exilios, una violencia perpetua e irracional, persecución, expulsión, tortura, humillación, asesinato en masa. Y aquí seguimos.


En Janucá se dice el Salmo XXX, porque según la tradición la obra del Tabernáculo fue terminada e inaugurada en Janucá (Maguén Avraham 670).

"AROMIMJA. Te exaltaré, oh Eterno, porque Tú me alzaste y no diste alegría a mis enemigos contra mi..."

Este Salmo, aparte del versículo primero, no contiene nada relacionado con "inauguración", tampoco especifica en él de qué se trata, si es casa particular o Santuario. Se sabe, sin embargo, que el peregrino que se presentaba en el Templo por primera vez con sus primicias (Bicurim), exclamaba lleno de reconocimiento:

"Aromimjá Adonai ki dilitani!"

(Te exaltaré, oh Eterno, porque Tú me alzaste)


Bendición para encender las velas de Janucá.


Baruj atá, Adonai, Eloheinu Melej HaOlam
Asher Kidsanu bemitzvotav, vetzivanu lehadlik
ner shel Hanuká


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Luisa,
he descubierto tu blog, y me parece muy interesante que haya judios en espana.

Vivo en Suiza y he empazado aprender espanol hace 5 años en Salamanca. Pero me parecia dificil descubrir familias judias que respecten el Shabat o la kashrut en España.