EDUARDO PROPPER DE CALLEJÓN
Desde París (Francia)
http://judiosenelnortedesefarad.blogspot.com/2008/02/eduardo-propper-de-callejn-nombrado.html
ÁNGEL SANZ BRIZ
Procedente de una familia de comerciantes y militares, Sanz Briz concluyó sus estudios poco antes de iniciarse la Guerra Civil española y, comenzada ésta, se enroló de voluntario en las tropas rebeldes del General Franco como conductor de camiones del Cuerpo de Ejército Marroquí.
En 1939 fue destinado como encargado de negocios en El Cairo, hasta que en 1943, fue trasladado a la legación española en Budapest. Desde su puesto puso en práctica todo tipo de estratagemas que consiguieron que miles de judíos escaparan de una muerte segura a manos de los nazis.
Como primera medida logró convencer a las autoridades húngaras para que aceptaran su protección sobre doscientos judíos de origen sefardí, a los que el Gobierno del General Franco reconoció su derecho a la nacionalidad española. "Después -relata el propio Sanz Briz a Federico Ysart en su libro España y los judíos-, la labor fue relativamente fácil. Las 200 unidades que me habían sido concedidas las convertí en 200 familias; y las doscientas familias se multiplicaron indefinidamente con el simple procedimiento de no expedir documento o pasaporte alguno a favor de los judíos que llevase un número superior al 200".
"Certifico que Mor Mannheim, nacido en 1907, residente en Budapest, calle de Katona Jozsef, 41, ha solicitado, a través de sus parientes en España, la adquisición de la nacionalidad española. La legación de España ha sido autorizada a extenderle un visado de entrada en España antes de que se concluyan los trámites que dicha solicitud debe seguir."
Este documento falso, fechado en Budapest el 14 de noviembre de 1944, salvó la vida del citado Mannheim. Como él, otros 5.200 judíos húngaros, que habrían sido deportados a campos de concentración por las tropas invasoras nazis en colaboración con el Gobierno fascista de Ferenc Szálasi.
El firmante del documento, Angel Sanz-Briz, que tenía entonces 32 años, era el jefe de la legación española en Budapest, adonde había llegado como encargado de negocios dos años antes.
El joven diplomático español, bajo las órdenes de su Gobierno y con la ayuda de un amigo, el italiano Jorge Perlasca, emitió salvoconductos a todos estos judíos alegando que eran sefarditas.
Mientras los salvoconductos, los trágicamente famosos «Schutzbriefe», eran tramitados por las autoridades húngaras, Sanz-Briz albergó a los judíos en once casas alquiladas. Les dio techo, comida y atención médica hasta que pudieran salir del país. Para «blindar» estos edificios de las garras nazis, el diplomático español colocó un cartel que rezaba: «Anejo a la legación española».
Así, desde marzo de 1944, cuando las unidades de las «SS» hitlerianas entraron en Hungría para acabar con «elementos subversivos y judíos», y hasta diciembre de ese mismo año, cuando el Gobierno español le ordenó abandonar el país, Sanz-Briz arriesgó continuamente su vida, pues sólo 200 de esos 5.200 judíos eran realmente de origen español.
Con motivo del 50 aniversario del Holocausto, en 1995, el Gobierno húngaro rindió homenaje a la labor del funcionario español, descubriendo una placa colocada en uno de los edificios que sirvieron de albergue y refugio a los judíos. Al acto asistieron el entonces ministro de Asuntos Exteriores español, Javier Solana, y la viuda de Sanz-Briz, Adela Quijano.
«Budapest era una ciudad maravillosa, una de las más elegantes de Europa», dijo la viuda del diplomático, que vive en Madrid. «Poco podíamos imaginar -añadió- los horrores que iban a ocurrir más tarde». Adela Quijano abandonó Budapest a principios del año 1944, poco después de dar a luz a Adela, la mayor de sus cinco hijos. Sanz-Briz permaneció allí solo, «porque era su obligación», afirmó la viuda.
Aunque bastante desconocido en España, Sanz-Briz trabajó en colaboración con el diplomático sueco Raul Wallenberg, al que se atribuye la salvación de unos 40.000 judíos húngaros.
Wallenberg, que entonces tenía apenas 30 años, consiguió convencer al Ministerio de Asuntos Exteriores sueco para que lo enviasen a Budapest con la sola misión de salvar judíos. Hecho prisionero por las tropas soviéticas que tomaron Hungría a principios de 1945, se cree que Wallenberg murió en una prisión de la URSS después de la guerra.
Si Sanz-Briz tuviera un nombre anglosajón, seguro que gozaría de mayor reconocimiento», se lamenta un diplomático español, que pone el ejemplo del católico alemán Oskar Schindler, el aventurero que salvó a 1.200 judíos de la cámara de gas, convenciendo a las autoridades alemanas de que los necesitaba para trabajar en su fábrica.
Desde Bucarest (Rumanía)
JOSÉ RUÍZ SANTAELLA y su esposa, CARMEN SCHRADER
Desde Berlín (Alemania)
En Alemania José Ruiz Santaella (agregado a la Embajada de España en Berlín, 1944) y su mujer, Carmen Schrader, logran ocultar, y salvar, a tres mujeres judías, dándoles trabajo como servicio doméstico: Gertrud Neumann les pone en contacto con Ruth Arndt, que trabajará como niñera de sus cuatro hijos, y su madre, Lina Arndt, que lo hará de cocinera, al tiempo que envían ayuda y alimentos al padre, Dr. Arndt. Sobrevivirán ocultos.
PERO HAY MÁS…..
Estos otros españoles pronto obtendrán también el reconocimiento internacional por su labor en Francia, Grecia y Bulgaria, gracias a la investigación que ha puesto en marcha en Israel la Fundación Raoul Wallenberg.
Desde Sofía (Bulgaria)
Ministro de la Legación de España en Sofía, 1940-1943, denuncia la legislación antisemita del Gobierno búlgaro, que afecta a 50.000 judíos, e intercede ante Bulgaria y Alemania para proteger los derechos y bienes de 150 judíos sefardíes. Se encara sin éxito ante las los nazis para evitar la ejecución del judío León Arie, cuyos hijos adopta para que puedan salir y reencontrarse con su madre. El embajador de Alemania en Sofía calificará a Julio Palencia de «fanático anti-alemán» y «amigo de los judíos». Julio Palencia salvó a más de 600 judíos búlgaros, casi todos de origen sefardi, de una muerte segura en los campos de exterminio.
BERNARDO ROLLAND DE MIOTA
Desde París (Francia)
Fue un diplomático español que, desde su posición de Cónsul General de España en París (1939-1943) evitó la confiscación de los bienes de un puñado de judíos sefarditas. Intercedió por 14 judíos españoles enviados al campo de Drancy y organizó la repatriación de otras 77, trabajo que terminó Alfonso Fiscowich. Su actuación en favor de los judíos provocó graves tensiones con las autoridades alemanas de la Francia ocupada y con el entonces Embajador de España, Félix de Lequerica.
Desde Budapest (Hungría)
Diplomático español que, desde su lugar a la contribuyó a la salvación de judíos perseguidos por el gobierno pro-alemán de Embajada de España en Budapest (Hungría), Miklos Horthy. En un ambiente de pogromos, persecuciones por las calles y campos de tránsito organizados por los nazis húngaros de la Cruz Flechada para concentrar a los judíos antes de su envío a los campos de exterminio, Miguel Angel de Muguiro, como Encargado de negocios, escribió a Madrid escandalizado por los registros y las palizas que practicaban los miembros de las SS.
Muguiro, como otros diplomáticos españoles, había rescatado un viejo decreto promulgado por Primo de Rivera en el año 1924, en virtud del cual todos aquellos que demostraran ser de origen sefardita, obtendrían inmediatamente la nacionalidad española. Ocultaban que el decreto había expirado en 1931, pero en Madrid no lo recordaban y los nazis, naturalmente, no lo sabían. Muguiro se acogió a este decreto para solicitar a las autoridades húngaras la protección de los sefarditas. El problema es que en Hungría, sefardites de verdad había muy pocos, no daban ni para llenar un tren.
Sin embargo Muguiro continuó sus esfuerzos e informó en Madrid del negro futuro que esperaba a la comunidad judía. Haciendo valer su condición de diplomático intercedió a favor de todos los judíos que pudo y culminó su obra haciéndose cargo de un cargamento de niños, 500 exactamente, el destino de los cuales era una cámara de gas en Polonia. Consiguió visado para todos y los despachó a Tánger, que en aquellos días era una especie de colonia española. Esta y otras actuaciones le dieron muy mala fama entre húngaros y alemanes, que presentaron una queja a las autoridades españolas. Muguiro fue cesado fulminantemente.
Su lugar lo ocupó el secretario de Embajada que, como él, se había estado implicado personalmente en el salvamento del judíos perseguidos. Se lamaba Ángel Sanz Briz, más tarde reconocido con el título de Justo entre las Naciones, junto al diplomático sueco Raoul Wallenberg que, también destinado a Budapest, fue el iniciador de esta acción salvadora.
JUAN SCHWARTZ DÍAZ-FLORES
Desde Viena (Austria)
Diplomático español que, desde su lugar como Cónsul de España en Viena (Austria) contribuyó a la salvación de judíos perseguidos por los nazis.
Schwartz, como otros diplomáticos españoles, había rescatado un viejo decreto promulgado por Primo de Rivera el año 1924, en virtud del cual todos quienes demostraran ser de origen sefardita, obtendrían inmediatamente la nacionalidad española. Ocultaban que el decreto había expirado en 1931, pero en Madrid no lo recordaban y los nazis, naturalmente, no lo sabían.
SEBASTIÁN ROMERO RADIGALES
Desde Atenas (Grecia)
Cónsul General de España en Atenas, 1943-1944) trata de organizar la repatriación por tierra, mar y aire a los judíos de origen sefardí. Ante las objeciones para su entrada en España, propone Marruecos. Entre marzo y junio de 1943 48.000 judíos de Salónica fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Romero Radigales actúa para intentar liberar a los deportados sefardíes. Saltándose las autoridades alemanas consigue trasladar a 150 sefardíes desde Salónica a Atenas. Ante la falta de respuesta del régimen de Franco sobre la repatriación de los judíos sefardíes, Alemania propone como solución provisional su internamiento en Bergen-Belsen. Romero se opone, rotundo, busca el internamiento en territorio griego, que se excluya a niños y ancianos, y que el transporte se realice en las mejores condiciones posibles. El 13 de agosto de 1943 llegan a Bergen, tras doce días de viaje, 367 judíos sefardíes, entre ellos 40 menores de 14 años y 17 mayores de 70 años. El Cónsul logra evitar la confiscación de los bienes de algunos sefardíes, que llegarán a España entre el 10 y el 13 de febrero de 1944.
La respuesta, quizá, la da una sola línea del Talmud:
Shalom
5 comentarios:
Off topic:
El video del "Shema Israel" que tienes en la columna derecha ha hecho que se me salgan las lágrimas. Qué belleza.
Muchos saludos.
que pena, a mi tambien se me saltan las lagrimas viendo como el estado israeli mata a niños palestinos en ataques indiscriminados, estos muertos a quien le importa, a vosotros poco nunca ablais de ellos. ah me se olvidaba que aqui censuran, viva la democracia.
judios de victimas a verdugos
como un pueblo tan creyente puede tener tan poco aprecio a las vidas de palestinos, es algo que no entendere jamas, es que no sabeis que hay pecados, o es que sois pecadores, y encima se demuestran aqui como unos angelitos, venga ya con tanta ipocrecia, como un pueblo que ha sido victima se puede convertir en verdugo.
Un préstamo es un asunto del papel del Gobierno, que conlleva la obligación de pagar intereses que ascienden a un porcentaje de la suma total del dinero prestado. Si un préstamo está en el 5%, entonces en 20 años, el Gobierno habría pagado innecesariamente una suma igual a la del préstamo con el fin de cubrir el porcentaje. En 40 años se ha pagado el doble, y en 60 tres veces esa cantidad, pero el préstamo continúa como una deuda no pagada
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