La joven con Hiyab
Les voy a contar una escena que presencié hace unos días en un parking de Galicia. Un hecho aislado, posiblemente, pero me llamó la atención.
A media tarde recojo mi coche en el parking, voy hacia la salida pero tengo que parar porque hay una “especie de atasco”. Abro la ventanilla y veo más adelante a una mujer joven con Hiyab (pañuelo que cubre la cabeza dejando el rostro al descubierto) que para su coche, lo atraviesa, impidiendo que los demás podamos movernos, sale y se dirige a la mujer que está en el coche de atrás. La señora abre la ventanilla y la joven con Hiyab comienza a increparla en tono más que amenazante:
"Estúpida, eres una estúpida. Ten cuidado porque soy tan española como tú y tengo los mismos derechos que tú. Ten mucho cuidado, eh. Ahora te vas a enterar, estúpida."
La joven seguía gritando. La señora no salió del coche ni se escuchó su voz. Pero la joven hace ademán de llamar por el móvil a “su familia” para que vengan a en “su ayuda”. Habla algo por el móvil. La señora supongo que se siente amenazada y comienza a hacer sonar el cláxon repetidamente,.cada vez con mas insistencia. La voz de la joven superaba el sonido del cláxon. . Mientras, su coche seguía atravesado. Nadie podía salir del parking. La cabina de control estaba cerca, a escasos metros. Nadie acudió Tampoco ninguno de nosotros salió del coche. Sólo escuchábamos las amenazas de la joven, cada vez más envalentonada, a la señora. Al cabo de unos minutos decide regresar a su coche, lo endereza y se enfila hacia la salida a una velocidad deliberadamente lenta. El resto la seguimos. Como corderos. A la velocidad que ella nos marcaba. Introdujo su ticket y desapareció a toda velocidad.
Un hecho aislado. Estamos en Galicia y aquí todavía hay poca población de origen extranjero en comparación con otras Comunidades. Pero en una cosa se equivoca la joven: no tiene los mismos derechos, tiene más. La que invocará discriminación si las cosas no van como desea, será ella. La víctima será siempre ella. Sin duda siendo española goza de muchísimos más derechos que en su país de origen, como mujer podría ejercer una libertad que en su país de origen sería motivo de condena a muerte. Y sin embargo…. Nada le es suficiente aquí, quiere más, lo quiere todo de estos infieles que sólo merecemos su desprecio.
Las mujeres “guardianas del sistema”.
Solemos hablar del Islam como cosa de hombres que tienen a sus mujeres subyugadas. Pero en todas las sociedades hay “guardianas del sistema”, las tenemos también entre nosotros, las tuvimos en los tiempos de la dictadura, aquellas mujeres fascistas y de Acción Católica tan peligrosamente “creyentes” y encargadas de criticar, difamar y condenar al ostracismo a las mujeres que querían pensar por sí mismas. Con mujeres así, no necesitamos de otros enemigos. Porqué iba a ser diferente el Islam?. Ahí están esas mujeres que dicen que el velo es “favorecedor”, no dicen lo que significa el no llevarlo.
Recuerdo a una vecina que en los años 60 se “atrevió” a salir de casa con unos pantalones discretísimos y nada provocadores; esa misma tarde pasaron por su casa las “santas mujeres” para dar cuenta de la vergüenza que era “para todas” el comportamiento de la hermosa vecina. Son esas mujeres las que educan a sus hijas e hijos. Los hijos no saben hacer una cama, las hijas ponen la mesa, planchan y hacen la cama de sus hermanos varones. Son las encargadas de perpetuar modelos de sociedad opresores. Incluso cuando la opresión deja paso a la libertad, aquellas mujeres de Acción Católica son hoy las anti-divorcio, anti-aborto, anti-eutanasia, anti-matrimonios homosexuales…. Como si fuera obligatorio divorciarse o abortar y no una decisión que te toma libremente. Si usted no está de acuerdo con la ley de Divorcio, por ejemplo, no se divorcie usted, pero deje que yo lo haga si llega el caso, porque usted no es quién para legislar mi vida ni para juzgar mi moral. Y éste es un país laico, no teocrático.
El sentido del clan frente a nuestro individualismo.
Pero volvamos al Islam. Esa escena del parking me pareció terrible por la pasividad de todos, porqué ninguno de nosotros salió de su coche y se encaró con la joven del pañuelo? Nos merecemos lo que nos vaya a pasar en esta Europa que fue cuna de las libertades y que de nosotros depende que se mantengan. A qué tuvimos miedo? . Lo que no tuvimos es sentido de grupo, clan, familia, país. Por eso el Islam vencerá si no lo remediamos. Mientras sigamos con ese vergonzoso pensamiento de que lo que le pasa a esa señora del coche no es cosa nuestra, española como nosotros, pero aquí nadie se siente español hasta se avergüenzan decirlo, incluso en el extranjero, nadie se siente como miembro de una tribu, la nuestra, somos individualistas, no actuamos como grupo, no nos sentimos parte del grupo, del nuestro. Tiene que venir una joven musulmana, coger su móvil y llamar a “los suyos” para que entendamos por fin lo indefensos que estamos porque ni siquiera podemos contar con nosotros mismos, somos imbéciles, y este comportamiento pervertido de mirar hacia otro lado cuando insultan a “los nuestros” nos hace débiles frente a ellos.
Recuerdo la confusión después del 11-S, los artículos eran erráticos, incluso había los que de alguna manera “justificaban” ese ataque porque era, decían los muy desgraciados, contra la política de USA. Recuerdo los palos que recibió por todas partes Oriana Falacci que tuvo la clarividencia de ver ya entonces donde estaba el enemigo, la llamaron fascista, loca, pero enferma terminal como estaba mantuvo su cabeza más lúcida que nadie. Pobres musulmanes, tan pobres ellos…. Y es lo de siempre, tienen la tarta más rica del mundo, sólo que se la comen cuatro y no tienen ganas de repartirla con los suyos, es mejor seguir recibiendo subvenciones de la Unión Europea. La pobreza es caldo de cultivo del fanatismo, dejemos que sigan siendo pobres pensarán esos Jeques, así es más fácil dirigirlos a nuestro antojo, en nombre de Alá.
Hace unos días una mujer fue lapidada en Somalia. Eso no ocurre en Europa. Pero de seguir así, ocurrirá. Pensamos que las libertades conquistadas ya son nuestras para siempre y no es así. Hoy en día, aquí, en España, con este nivel de libertad alcanzado, aún no hemos llegado al nivel que libertad que hubo durante la República. Luego vino periodo oscuro que duró 40 años donde todas las libertades conseguidas fueron anuladas. No nos olvidemos de esto. Podemos volver a perder lo conseguido si no lo cuidamos.
Shalom.